Sullivan Barrera exige pruebas de dopaje a Bivol sino no habrá pelea

El reclamo de Sullivan Barrera no podía ser más justo. El cubano espera enfrentar el 3 de marzo en Nueva York a Dmitry Bivol por su faja del mundo, pero aún queda un escollo que podría poner en peligro la tan esperada cita en las 175 libras: las pruebas antidopaje.

Cuando comenzaron las negociaciones para el choque en el Madison Square Garden, quedó claro por parte del cubano que era necesario someterse a los controles de la agencia voluntaria antidopaje VADA, un requisito imprescindible en los tiempos que corren.

Sin embargo, del campamento del titular ruso solo han llegado evasivas y medias respuestas que han dilatado la aceptación del protocolo de VADA y levantan sospechas en el grupo del retador de Guantánamo.

“El dopaje en Rusia es parte de la cultura de ellos”, afirmó Barrera. “Esta es mi oportunidad de disputar un título del mundo y solo quiero que todo sea justo. Me parece muy extraño que mi equipo lleva tres semanas tratando de finalizar el contrato para la pelea y ellos no contestan acerca de las pruebas de VADA”.

Durante un primer acercamiento, al campamento de Barrera (21-1, 14 KO) se le preguntó si estaban dispuestos a pagar los $10,000 que cuesta el sistema antidopaje que suele ser muy completo y secreto.

Cuando Barrera aceptó hacerse cargo de esta cifra, el grupo de Bivol (12-0, 10 KO) desapareció de la mesa de negociaciones en relación con este punto y todavía no ha dado señales sobre su acatamiento a este procedimiento.

En la parte de Barrera han sido contundentes desde el primer día: si no se implementa el sistema antidopaje de VADA, el combate del 3 de marzo no tendrá lugar, aunque quede en el aire la posibilidad de un título del mundo.

“Hemos estado presionando para buscar una solución a esto”, comentó Luis Molina, manager de Barrera. “Estamos en el 2018 y todo el mundo tiene acceso a correos electrónicos o textos telefónicos. No entiendo cuál puede ser la demora. Al final del día, si no hay pruebas, no habrá pelea”.

Aunque la situación no debe ser un reflejo de Bivol en particular, sí es conocido el impacto del dopaje en muchas esferas del deporte ruso, como bien lo expuso el Comité Olímpico Internacional (COI) al denunciar la injerencia estatal y el apoyo de altas esferas gubernamentales a un sofisticado sistema de dopaje.

Recientemente, el COI desterró a Rusia de los Juegos de Invierno al exponer pruebas contundentes de un escándalo deportivo que salpica a casi todas las disciplinas y arriesga la vida y la carrera de miles de deportistas de esa nación eslava.

“No estoy diciendo que Bivol sea un boxeador sucio, solo le estoy pidiendo que se haga las pruebas para ir a la pelea con la mente clara él y yo”, agregó Barrera. “No veo que tenga que existir algún problema en eso. ¿Cuál es el problema?”.

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