Joseph Landeros / El proyecto inconcluso de Rafael “La Cobra” Mendoza

Foto cortesia: Alma Montiel

Rafael Mendoza

Después de los conflictos contractuales entre Oscar de la Hoya y All Star Promotions de Felix “Tutico” Zavala, por el contrato de Saul “Canelo” Alvarez, Rafael” La Cobra “Mendoza se alejó en parte de la representación de los peleadores mexicanos.

Actualmente, el talento del boxeo mexicano se promociona de manera rutinaria y está dirigido principalmente por Zanfer Promotions y Promociones del Pueblo.

En los Estados Unidos, la promoción del “boxeo grande” se ha diversificado entre innumerables promotores y varios peleadores, como Mike García y Gennady Golovkin, entre otros, han decidido dirigir sus propias carreras.

Joseph Landeros

Debido a estas condiciones, el equipo que maneja al joven peleador invicto, Joseph Landeros, de Riverside, California, optó por contactar a Rafael Mendoza una vez más, para ser el agente experimentado que ayudara en la carrera ascendente de un peleador.

La primera reunión sobre el caso fue en mayo de 2017, cuando Joseph había pasado la mayor parte de su carrera en Tijuana, Baja California Norte y tenía marca de 10-0 con 10 nocauts. Ahora tiene un récord de 12-0, con 12 nocauts.

Después de revisar los videos del peleador que tenía entonces 16 años, Mendoza aceptó unirse al equipo de Landeros como asesor. Recomendó que el boxeador siguiera peleando en otros lugares en México, mientras alcanza la edad en la que podrá pelear en los Estados Unidos.

Fue entonces que buscó peleas en Culicán, Sinaloa y Chihuahua, México. El plan fue que Landeros peleara en Guadalajara, Jalisco, México y luego Monterrey, Nuevo León, antes de debutar en los Estados Unidos en una nueva plaza en Texas que se inaugurará en 2018.

Además, dada la fuerte relación de trabajo con Tutico Zavala y su programa de boxeo en Telemundo, Mendoza le informó a Landeros que tenía la puerta abierta para pelear en cualquier velada de Telemundo organizada en México, a los rounds que el peleador quisiera.

Dada la responsabilidad ante el público, el equipo de Landeros dejó la capital de México, como el último lugar para actuar, después de seguir fogueándose en otras sedes.

La segunda y última reunión con Mendoza, en relación con Landeros, fue en Los Ángeles y ocurrió en noviembre de 2017. Mendoza confió que le habían diagnosticado manchas en los pulmones que no habían sido identificadas. No se sabía si era una posible fibrosis pulmonar o un cáncer de pulmón. Ambas condiciones son progresivas, aunque no inmediatamente fatales.

“No temo al morir”, dijo en ese momento; “Lo que no quiero es sufrir”. Confesó que iría con especialistas en México, para ver primero cuál era realmente la enfermedad y luego la posible cura. Para entonces, caminaba sin problemas y físicamente, su condición no le afectaba para la vida rutinaria.

Regresó a Mérida, Yucatán, su tierra natal y desde allí, todavía hubo varias conversaciones sobre la carrera del peleador y algunos posibles vínculos con patrocinadores. A mediados de diciembre, ya no contestó el teléfono. Finalmente, a mediados de enero, hubo una nueva serie de conversaciones con el miembro del Salón de la Fama.

Confío en que estuvo casi un mes en cama, abrumado por la gripe que este año atacó a millones de personas en todo el mundo, pero que todavía estaba interesado en la carrera de Landeros, junto con otros proyectos de menor escala para la Unión Americana, como la distribución de su publicación KO World Boxing dirigida por el conocido periodista mexicano, Raúl de la Cruz.  Su enfermedad a fines de 2017 obligó a suspender la presentación de Joseph Landeros en Guadalajara y luego en Monterrey.

Este mes, Mendoza se fue a Guadalajara, Jalisco, México, donde según su ahora viuda, Martha Esperón, Mendoza ingresó al hospital con una complicación de neumonía. Ella informó que Rafael finalmente había sido diagnosticado con cáncer de pulmón y que, junto con la neumonía, dejó de existir debido a la falta de oxígeno en su sistema.

Mendoza fue velado en la capilla “Cristo Rey” de la Agencia Funeraria Gayosso en la Avenida Vallarta en Guadalajara. El cortejo finalmente salió de la sala de velaciones en dirección a un crematorio, para luego entregar las cenizas a su esposa Martha y sus hijas Mariana y Macarena. La muerte de Mendoza provocó un reajuste de preparación y cronograma de peleas para Landeros, aunque, a tras las largas conversaciones, “La Cobra” dejó una guía clara para la carrera del peleador.

Por ahora, continuará con la visita a varios lugares en México, antes de aparecer en los Estados Unidos. Ya hubo contacto con un entrenador mexicano, recomendado por Mendoza, Enrique García, para el desarrollo del luchador. El plan de eventualmente coordinar peleas con el promotor Félix “Tutico” Zavala, quien al igual que Mendoza, también tiene fuertes nexos con el boxeo japonés.

Al ver originalmente los videos del joven prospecto, más que observar las deficiencias del peleador, Mendoza dijo: “Es joven, puede aprender, tiene buen juego de piernas y tiene velocidad. ¿Es diciplinado? “Se levanta diario a las 3:30 de la mañana para empezar su rutina diaria”, se le dijo. “Con gusto trabajo con él. Díganle que mi sueldo será el 10 por ciento, no ahora, cuando haga dinero. Y díganle que yo no firmo contratos, que trabajo de palabra”.

“La Cobra” fue “La Cobra” hasta el último día de su vida. Así trabajó con más de 20 campeones mexicanos y muchos otros boxeadores.

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