Tyson Fury no es otra cosa que un bufón y boxeador mediocre

Lo he pensado seriamente y he llegado a la conclusión que prefiero a un boxeador robótico y mecánico como Wladimir Klitschko que a un bufón como el británico Tyson Fury. Desde que le ganó el título mundial a un disminuido y decadente Klitschko, no ha dado nada bueno de que hablar. Aunque su actuación ante el ucraniano no fue nada especial, porque fue un pleito de pica y huye aprovechando su mejor movimiento, alcance y juventud, Tyson ha dado más que hablar fuera del ring con sus comentarios soeces, inoportunos y estúpidos. Ya habló mal de los homosexuales, habló horrores de los Klitschkos diciendo que querían envenenarlo, y como no quiso acatarse a las reglas de la FIB- una defensa obligatoria- ya lo desconocieron como titular de esta organización.

Lo que debe hacer el gigantón de origen irlandés es consultar con alguien que le diga que el ganar un título mundial, en este caso tres, incurre e implica muchas responsabilidades. Fury se negó a defender el título ante el retador oficial de la FIB, el ruso Vyacheslav Glazkov, porque firmó un documento que lo obliga a darle la revancha inmediata a Wladimir. La defensa es más importante que la revancha

Víctor Ortíz debe volver a lo suyo, que es el box, y tomar este deporte en serio, porque si existe una disciplina celosa que no permite una entrega a medias, es el pugilismo. Las consecuencias son grandes si este deporte no se toma con un 100% de empeño. Desde que el púgil Mexico-americano cometió la burrada de ponérsele en frente a Floyd Mayweather sin defenderse, el otrora boxeador favorito de Oscar de la Hoya no ha dado una. Cuando no sube al ring y cae noqueado por Luis Collazo, lo podemos ver bailando en la TV o corriendo maratones. Donde Víctor debería estar es en el gimnasio preparándose y tomando el box en serio si quiere recuperar al tiempo perdido y otro título mundial.

Ortiz regresa el sábado en San Antonio ante Orlando Lora, 31-6-2, 19 KOs, en un combate a 10 asaltos de respaldo en la función encabezada por Antonio DeMarco y Omar Figueroa. Vamos a ver cómo responde a esta oportunidad

Foto por Herbert Diaz

Otro boxeador en la encrucijada de su carrera es el pesado Cristóbal Arreola. Ya es tiempo que deje los burritos, hot dogs, hamburguesas y las cervezas y tome en serio su carrera, porque las oportunidades de una tercera pelea por un título mundial se están esfumando. Chris dice que subirá al ring el sábado, en la función Figueroa-DeMarco, en algunas 240 libras. Si esto es cierto, este será uno de los pesos más bajos que ha registrado el californiano en su carrera. El rechoncho y carismático peleador se enfrentará a su ex sparring, Travis Kauffman. Arreola sabe que lució horrible en sus últimas dos peleas, una de ellas en El Paso, y que por esta razón Kauffman ha aceptado pelear con él. “Por esta razón, me metí de lleno al gimnasio. Mi rival sabe cómo peleo cuando estoy en condiciones”, dice Arreola. Chris debe estar en condiciones si quiere vencer a Kauffman, quien exhibe un record de 30-1 con 22 KOs

Daniel Jacobs parece ser un excelente boxeador, pero su victoria sobre Peter Quillin no lo pone en la elite de los medios, porque nunca he creído que Kid Chocolate sea un gran peleador. Podría equivocarme con Jacobs. Al tiempo