Tirando Guante: David Benavidez tiene pasta para ser grande
No es un dechado de técnica ni tampoco un esgrimista del ring, pero su estatura y juventud, lo mismo que su entrega en el ring, hacen del México-americano David Benavidez un formidable boxeador. A sus 22 años, el futuro del nativo de Phoenix, Arizona será lo que el quiera ser. Si ya ha dejado las drogas a un lado, transgresión que ocasionaron que perdiera su título, El “Bandera Roja” puede reinar en las 168 libras por un buen rato. El dice que está dispuesto a pelear contra el que le pongan en frente. El chicano de Arizona dio cuenta del duro Anthony Dirrell para recuperar el título super medio. La pelea fue dura, porque Dirrell es un púgil recio y de primera línea. Aquí se impuso la juventud y la pegada del nuevo campeón. Benavidez seguido se llevó a Dirrell a las cuerdas y ahí lo tupió hasta que le causó una impresionante cortada en el párpado de la ceja derecha. Lo siguió machacando en el ojo afectado hasta que el tercer hombre detuvo el combate y decretó el nocaut. Benavidez ahora quiere al otro campeón, Caleb Plant.
Profesionalismo y pundonor hasta el último grado no son dos adjetivos que califican a cualquier atleta. Son dos palabras que se le pueden aplicar con confianza a Josesito López. Con 35 años a cuestas, ya en el invierno de su carrera, el chicano de California volvió a dar otra gran batalla. Se batió en gran duelo con otro Mexico-americano, John Molina Jr., quien a sus 36 años también entregó todo lo que traía en el ring en un combate que perdió por KO ante Josesito. López lo puso en la lona en 3 ocasiones hasta que le propinó el nocaut en el octavo episodio. ¡Arriba la raza! Josesito, aunque no llegue a ser campeón, aun puede darle las buenas y las malas a lo mejor de su peso.
La siguiente pelea de Errol Spence debe ser ante Manny Pacquiao. El filipino ha vuelto por sus fueros a pesar de tener 40 años, aunque puede dar el “viejazo” de un momento a otro como ha sucedido en numerosas ocasiones en este deporte. Fresco de una verdadera guerra ante Shawn Porter, a quien venció por decisión dividida, el púgil tejano quiere unificar títulos welters con el tagalo. Spence dice que si Pacquiao no responde, entonces se inclinara por Danny García como su próximo rival. El boricua también quiere un duelo con el tejano.
San Antonio ha tenido muchos campeones mundiales, en el baloncesto profesional, pero ninguno en el box desde Jesse James Leija. Bueno, la sequía ha terminado, porque ya finalmente tiene otro campeón mundial en el pugilismo profesional. Mario Barrios venció por decisión al turco Batyr Akhimedu en una dura batalla en las 140 libras. La batalla fue cerradísima, pero el tejano salió con el brazo en alto porque puso al de Turquía en la lona.
Se juega al basquetbol, al béisbol y al futbol, pero al box no se juega. LeBron James y Kobe Bryant brincaron de la high school a la NBA con singular éxito. No se puede hacer lo mismo en el box. Poner a un muchacho amateur contra un profesional sería un suicidio si el profesional es un campeón de categoría. Miguel Torruco, titular de la Comisión Nacional de Boxeo en México, ambiciona con un “DreamTeam” de boxeadores mexicanos profesionales para que lo representen en las olimpiadas. Lo que debe hacer México es ponerle ganas a los amateurs que tiene y trabajarlos no andar buscando a púgiles que ya están hechos y forjados. El Canelo gana 35 millones de dólares por pelea, y Torruco quiere que pelee gratis, por orgullo y amor a la patria. Si como no.