Terrence Crawford supo neutralizar al ‘Ciclon de Guantánamo’
Empezó escribiendo lo grandioso que se miraba Yuriorkis Gamboa ante Terrence Crawford campeón ligero de la Organización Mundial de Boxeo (O.M.B.), favorito a los ojos de los expertos por estar en su categoría, en su apogeo, más joven, ante 10,000 seguidores en su propio terreno de Omaha Nebraska, y por ser un pronóstico a la grandeza en el deporte de las ‘chatas y orejas coliflor’.
Gamboa con dos peleas en dos años y medio, siendo su última actuación hacia 15 meses, por problemas de promoción, pero se miró implacable, imponiendo autoridad a base de pegada relámpago y despegada sin dejar rastro, poniendo en evidencia que la ausencia de 13 meses y dar el ‘salto de tigre’ a las 135.00 libras no había sido un error, porque se le miraba ‘fresco como una lechuga’ durante los asaltos iniciales, cerrando la brecha y dictando la historia del combate con suma precisión.
Terrence no entró en pánico y ponía su pegada en menos proporción en oferta, entrando a la línea donde el descuido puede causar la invitación a la puntería del contrario, pero en la ironía del combate, Yuriorkis elegía donde aterrizaba su puño y se seguía dando el lujo de hacerse de humo sin dejar represaría a la deriva, todo daba a entender que el colmillo de experiencia del cubano exiliado prevalecería ante el más temerario.
El ‘Ciclón’ hacía su clásico estrago y Crawford le ponía todas las ganas a la causa, pero seguía siendo dominado, es mas en la quinta ronda se miraba sin tanta confidencia y cambiaba con frecuencia de postura para encontrar el ‘tendón de Aquiles’ de su rival que optaba por el toque de queda, pero Terrence con paciencia y serenidad apostaba al contragolpe aunque Yuriorkis de plano demostró seguía en la balsa del dominio hasta que la derecha de Crawford puso punto y aparte a tanto abuso, Gamboa se tambaleo, Crawford no lo dejó reanimarse y con disparos a mansalva lo puso en el piso, se levantó y aguantó la refriega haciéndole frente a una lluvia de granadas, pero la campana llegó en auxilio de sus piernas frágiles cuando ya había caído otra vez a la lona.
Gamboa se le fue con todo, pero Terrence optó por la ideología del tiburón que rodea a su presa antes de darle la mordida final y aunque Yuriorkis seguía obstinado en recuperar la autoridad con zarposos de cuidado se le miraba desgastado a diferencia de Crawford que parecía estar esperando ese momento para desalojar su artillería en seco. Gamboa invertía unos segundos en eludir, pero era localizado en el trayecto con disparos contundentes con más regularidad en la zona de la cabeza.
En la octava ronda Gamboa rehusó el asiento en descontento consigo mismo por dejarse dominar por el campeón previamente con su mismo récord de 23 victorias, 16 de ellas por la vía de la anestesia. Y como los pistoleros de casta fina se tiraron a mansalva en lo angosto con el resultado que Gamboa puso rodilla en la lona y todo pintaba a que acabaría la riña, pero el cubano se ‘lanzó al fuego’ sin medir las consecuencias y logró terminar de pie el asalto aunque tambaleante.
(Fotos cortesía: CHRIS FARINA / TOP RANK)
En la novena entrada Yuriorkis de nuevo le entró al toro por los cuernos, insistiendo en que sus golpes desmoronarían a Crawford que si se vio en serio aprieto, pero solo para retornar en el mismo asalto con nuevos vientos y depositar por enésima vez a Gamboa en la lona, se volvió a incorporar y se metió de nuevo en el volcán para volver a ‘besar el polvo’ con escasos segundos para finalizar el asalto, pero el referí no lo dejó continuar.
Crawford dijo que en los primeros asaltos hizo los ajustes necesarios para el triunfo.
Gamboa dijo que se enfrentaron dos guerreros y aceptó con resignación la derrota, aunque no le pareció bien que el referí interviniera que todavía le quedaba ‘tanque en el gas de ataque’.
Y bueno ojala reflexione y baje un escalón a superpluma, porque en ligero se me hace que le quedan muy grandes los zapatos.
JAIME ESTRADA
vidaboxeo@cox.net