Roberto Durán, en mi noche de lamento

Tenía alrededor de 19 años cuando esperaba esa noche del viernes con ansias. Era un día como hoy, 15 de junio de 1984 y me sentía eufórico porque uno de mis idolos Roberto “Mano de Piedra” Durán, estaría enfrentando a uno de los pegadores más violento de la historia, el entonces campeón superwelter AMB, Thomas “Hitman” Hearns.

Realmente observaba ese combate muy difícil para el panameño, pero no perdía las esperanzas de que brindara el campanazo. Las mismas se cifraban en que Hearns venía de obtener una decisión unánime en 12 asaltos frente al modesto italiano Luiggi Minchillo. Mi pensar era que si Minchillo duró 12 asaltos pues Durán siendo mejor que este le complicaría la existencia al de Detroit.

El panameño venía de un resurgir, venciendo a Pipino Cuevas, Davey Moore para conquistar otro título en su tercera división y realizar un tremendo esfuerzo frente al practicamente invencible campeón mundial mediano Marvin “Marvelouos” Hagler, con quién batalló 15 asaltos.

Comenzó la batalla no pasaba bien el primer minuto cuando Durán estaba besando la lona producto de los escopetazos de Hearns. Observaba ese asalto más largo de lo costumbre pues deseaba que el mismo terminará, cuando de repente otro golpe más de Hearns y Durán a la lona nuevamente. Era el comienzo del fín, mi ídolo cortado y un tanto atolondrado.

En el segundo asalto, Hearns fue a términar lo que comenzó, continuó con su ferrea ofensiva. Yo implorando que Durán conectara un golpe fortuito en la mandibula de Hearns. Pero estos parecían que pasaban a metros del campeón quién mostraba un diferencia en alcance y estatura enorme. Mi ídolo trataba de bravear cuando de repente “BOOM”, un derechazo de Hearns se estrelló en la mandibula de Durán y este iba cayendo en camara lenta. No lo podia creer, habían puesto al innoqueable a dormir por primera vez en su carrera con uno de los derechazos más celebre de la historia.

Solo ver ese guerrero en la lona intentando levantarse y sus venas en el cuello que se querían salir de sitio me provocaron una profunda tristeza. Fue uno de los momentos más amargo en mi vida en cuanto a este deporte que adoro. Sinceramente no pude dormir esa noche, gracias a una bestia que esa noche parecía un demonio, Thomas “Hitman” Hearns. Esto es una muestra más que los estilos hacen las contiendas.

#HearnsDuran