REGRESA LA CONTROVERSIA ESTA NOCHE ¿BOXEO O FAJAZÓN?

El fanático del pugilismo pudiera disfrutar de un buen combate esta noche, “pudiera”, porque no hay nada escrito ni en el boxeo ni en el beisbol hasta que decreten concluido el pleito.

Sin embargo, tal vez por el alcance “comprometido”, bien con intereses mediáticos, bien con el desconocimiento del boxeo, le han colgado la coletilla de “libra por libra”, supongo que sugirien que el que gane será el mejor de esa categoría tan manoseada, que inventaron para Robinson.

No, por ejemplo, Kovalev no puede ser “lo mejor libra por libra” ni si noqueara, porque no boxea como lo mejor del mundo técnicamente, tampoco el que no asimile puede calzar tan molestas y grandes zapatillas, ni el que no pegue a extremos de no causar daños considerables. Hay que ser más respetuoso a la hora de tratar al público y no malformarlo.

La modernidad engañosa del pugilato actual es un reflejo de los tiempos previos a 1910, el público se comporta igual; lo que hizo avanzar al pugilismo hacia etapas de desarrollo artístico, acorde con las épocas, fue reconocer lo importante del boxeo técnico y aplicarlo, el fanático, cada vez más entusiasmado, volcó su pasión sobre los cirujanos de bisturí certero, de esgrimistas de florete de largo alcance, de toreros de gran cartel que “entraban a matar” cuando llegara la hora del miura, de tal modo decisivo en el desarrollo del conocimiento popular, que nació la frase “el arte de dar y que no te den”, paralelo al calificativo “maestro” a quienes eran capaces de evitar golpes con elegancia y maestría y golpear con precisión sobre el fallo provocado.

Desde Jim Corbett y Joe Gans Fistiana comenzó a tomar forma de disciplina racional, desarrollada por humanos, contra el espectáculo deplorable, casi homicida, que se conocía, incluso después de la aplicación de las Reglas del Marqués de Queensberry.

Cuando aparecieron los términos “fajador y peleador a la riposta”, el deporte de las narices chatas y las orejas de coliflores aprobó la asignatura “considerable lo técnico”.

El boxeo ha vivido confundido durante muchos años, por lo general, el público buscó a los pegadores entre los pesos completos cuando nunca fue así, los grandes pegadores han estado de ligero-completos hacia abajo, tan evidente como que no son los mastodontes los que terminan, salvo pocos casos, con demencia boxística y el caso Clay es especial, porque retó y se entregó a la enfermedad de forma voluntaria al dejarse castigar en el ring. Tampoco abundan las muertes de pesos completos en el cuadrilátero por efecto de golpeaduras fatales.

Estilista no define al artista del ring que se opone al fajador, estilista significa que tiene “estilo”, que es elegante, que domina la técnica, que es grácil, que se puede mover y esquivar bien, pero que puede pegar, acaso noquear y con buenos golpes, incluso de nocao punch, el más grande estilista en los anales del deporte es uno de los 3 mejores fajadores-pegadores de la historia: RAY “SUGAR” ROBINSON.

Un fajador puede ser un estilista si es capaz de atacar y evitar el castigo mientras. Lo contrario al que ataca es el que riposta, ambos tienen técnica definida y son estilos de la vieja y de la nueva escuela, pero el regreso al pasado, al salvajismo, a la brutalidad, ha creado un precedente contra el boxeo técnico injusto, al que contribuyen la media y la promoción, que no ayudan a recuperar la esencia de la disciplina, dejando en las manos del fanatismo rabioso, por circunstancias muy alejadas del boxeo a veces, la puesta en escena del show, la proposición obligada, acorde con los intereses arcaicos de la actualidad, que nadie puede arriesgarse a llamar moderna.

Esta noche se van a enfrentar en la arena T-Mobile de Las Vegas el mejor pugilista posible, boxeador inteligente, rápido, sin nocao punch, pero que puede anestesiar porque sabe dónde dar, cómo y cuándo.

André Ward es un caso especial que sale del marco del boxeador “moderno”, mejor técnicamente que Mayweather jr, porque boxea, no cierra la acción con exceso de defensa y tira, además, instinto e intuición para evitar el lugar peligroso, efectuar el movimiento defensivo y tirar el golpe que haga falta en el momento seguro y confiable.

En la otra esquina Serguei Kovalev, peleador bueno, de buena pegada, codicioso, técnicamente inferior a Ward, pero hambriento ante la cosecha de una victoria contra un virtuoso; fuerte con instinto homicida…pero que tendrá que hacer bien tres cosas: acorralar a Ward, pegarle y evitar los impactos del americano.

Yo creo que el ex soviético va en desventaja por tres cosas y es al modo mío de verlo: no tiene la capacidad boxística para someter a un peleador de privilegio, Ward posiblemente pueda asimilar su pegada y muy importante: declaró que “se quiere comer vivo al californiano”, palabras que desconciertan por el compromiso que estableció cuando compruebe, durante el transcurso de los rounds, lo difícil y venenoso que puede ser el bocado.

Por lo general, este tipo de declaraciones, si el boxeador encuentra escollos para demoler al oponente, lo frustan y empieza a fallar o a tirar poco buscando un golpe, es decir cometiendo el error de todos los peleadores poco técnicos que pelean contra maestros, entonces pierden.

En juego 2/4 de fajas lightheavy de Kovalev, FMB y OMB y otra “superworld”, del tipo que ni faja ni calzoncillo.