Otra vergüenza para el boxeo azteca

Para ser exitoso, un boxeador necesita talento y mucho apego al gimnasio. Claro, también necesita juventud. No puede triunfar un boxeador en el ring con uno solo de estos ingredientes a su favor. Cuando Mike Tyson quiso seguir en la cima con solo su talento fue cuando empezó a fallar. Andy Ruiz tiene juventud y talento, pero su condición física a base de trabajo en el gimnasio no existe. Sin dedicación al trabajo duro en el gimnasio, jamás volverá a probar las mieles de un titulo mundial.

A Julito Chávez se le está acabando la juventud, conserva aun algo de talento, pero su preparación física sigue siendo un desastre. Agreguemos ahora un nuevo ingrediente a su pugilística persona: ¡Rajón! Después de volver a traicionar la báscula marcando un peso mas arriba de lo pactado, Chávez Jr., convertido en un peso crucero, fue una llamarada de petate engañándonos durante algunos rounds, para luego tirar la toalla y defraudarnos. Los 10,000 y pico de fans que se congregaron en el Walking Stick Casino de Phoenix pagaron boleto, no por ver a Daniel Jacobs, quien les importa muy poco, pero por ver a Julito. El apellido continúa jalando miles de fans a las arenas, aunque el hijo de la leyenda seguido los decepciona por su descarada indisciplina.

Julito estaba enfrascado en una competitiva pelea con Jacobs, cuando al final del quinto asalto dijo que ya no podía seguir porque se había fracturado la mandíbula, aunque también se mencionó que se había lastimado una mano. Mas tiempo duró el réferi en declarar terminada la pelea después de escuchar los lamentos y quejidos de rendición de Julito, que lo que duraron los fans en empezar a rechiflar la decisión del junior al mismo tiempo que lanzaban cientos de objetos al ring en protesta. Su ídolo se había rajado, había tirado la toalla y se había rendido apenas había sentido la respuesta de su rival. Su padre, sentado cerca del ring en una silla, solo se cubría la cara y bajaba la cabeza en señal de vergüenza.

La situación de Julito es precaria y peligrosa. Un nocaut le hubiera hecho menos daño a su carrera. Los promotores hubieran seguido programándolo aun en la derrota, porque el púgil de Culiacán, Sinaloa es taquillero. Ahora, totalmente abucheado por sus fans y lleno de vergüenza profesional, si la tiene, su carrera pudo haber terminado. A Julito le encanta la holganza y los vicios. Esta combinación para un atleta repudiado, podría tener serias consecuencias.

En el otro lado de la moneda, dos pesos chicos nos deleitaron con el mejor combate de la velada boxística en DAZN. Julio César Martínez, el diminuto peso mosca “chilango”, hizo sentir orgullosos a sus seguidores de la Ciudad de México y al resto del territorio azteca dando una soberbia demostración de pundonor, entrega y agallas superando a un rival igual de valiente y mucho más alto. El chaparrito Martínez dictó el tren de pelea con su estilo agresivo tirando golpes por doquier durante los 9 asaltos que duró esta guerra en peso mosca. El mexicano forzó al tercer hombre a detener el combate con su rival nicaragüense, Cristofer Rosales, de espalda a las cuerdas. Martínez es ahora campeón mundial mosca del CMB. Rosales ya fue campeón también en esta categoría.

Se avecinan dos buenos combates: Mike García vs. Jessie Vargas en Frisco, Texas y Jaime Munguía vs. Gary O’Sullivan en San Antonio. Los combates están programados para enero y febrero, respectivamente.

¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!

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