NO QUIERO LLEGAR A CONCLUSIONES FUERTES, PERO…

Por Andrés Pascual

Antes de la instalación del castrismo con la ayuda de “las mil vírgenes”, el pueblo cubano no tenía la opinión que le sembró la tiranía sobre el resto de América Latina. En aquella época no se hablaba tanto de hermandad, se practicaba.

Desde el primer momento, la tiranía ha promocionado “la solidaridad política” con el resto de Hispanoamérica, que no es con los pueblos, sino con quienes estén dispuestos a apoyar a otras tiranías instaladas y alimentadas por el grupo criminal de La Habana.

Si algún país fue el segundo escenario del artista y del atleta cubano fue la nación mexicana, cada año, el territorio le abría las puertas de par en par a grupos de criollos para que expusieran su talento profesionalmente.

El arte dramático nuestro tuvo en el cine mexicano un apoyo extraordinario por coproducciones o por la contratación directa de artistas de la Isla

México tuvo un papel significativo en el desarrollo de muchos cantantes y compositores criollos, la batería del filín se hizo conocida internacionalmente por el radio y el club o cabaret de allá; Pérez Prado desarrollo su ritmo en México cuando nadie creyó en él en Cuba y Beny Moré es un producto genuino de “cara de foca”, es decir, del ambiente mexicano.

Sin México ninguna vedette hubiera triunfado y en México se hicieron desde Rosita a Ninón y María Antonieta, pasando por Gina Romand y Carmen Montejo.

Cuando Olga, Fellove, Juan Bruno, Felo Bergaza, la Sonora, Celia o René Muñoz lo necesitaron, México estuvo ahí, como para Alberto Insua o René Cardona.

Y ahora un boxeador cubano le declara a un periodista quedadito del Herald que le robaron una pelea en Quintana Roo y “lo que pasé en México fue un infierno…”

Hairon Socarrás no puede conocer de la historia de Cuba, se crió aquí y los plumíferos del Herald no la conocen ni les interesa.

Yo tengo relaciones con la revista deportiva Península de Quintana Roo, por eso me comuniqué rápido con el director y recibí el material que se escribió el viernes, después del pleito, en que el cubano fue sorprendido por un “topetón”, que le salió pa’rriba a intercambiar bombazos, que lo retó después de recuperarse de una caída y le “zafó” una tabla. Esa es la historia del pleito en que Socarrás explicó que le dijeron de todo ofensivamente, un público que ha sido la 2da patria del boxeador, del pelotero y del artista cubano desde mucho antes de la tragedia de 1959.

En la entrevista del Herald cuyo título refleja un grito de un prisionero de Dachau, se explica todo por la parte cubana:

http://www.elnuevoherald.com/deportes/boxeo/article47346365.html

En este otro, Península Deportiva describe brevemente cómo fue el combate entre Socarras y el Chino Chablé:

http://www.peninsuladeportiva.com/noticias/-massa-ortiz-vence-con-apuros-chispa-garcia-19793/

Yo no sé cómo se las arreglan los castristas para hacer coincidir actos anticubanos en igual tiempo, que impresionen como dos ataques con igual propósito: buscando ampliar el estado de opinión, de por sí injusto contra Nicaragua primero y hablo del pueblo, no de su dictadura, hasta despotricar contra México en un acápite que nadie que conozca la historia puede aceptar.

A México, a quien tanto le tiene que agradecer el cubano por su política histórica de puertas abiertas en el boxeo (foto Mantequilla Nápoles) y en el beisbol.

A modo de Postdata: EN MÉXICO PERFILÓ SU GRANDEZA PERIODÍSTICA EL MAESTRO ELADIO SECADES, a quien ninguno de los implicados en este “mexicanicidio” debe conocer.