Miguel Berchelt retiene título mundial superpluma

Noquea a Miguel Román en el noveno asalto 

El Paso, TEXAS – El campeón fue demasiado fuerte para el retador. Miguel “Alacrán” Berchelt tuvo en Mickey Román a un gran y valiente retador, pero el campeón de Cancún aguantó todo lo que le mandó el retador juarense, y aguantó bastante, para imponer su juventud y fortaleza poniendo en la lona a Roman en tres ocasiones para noquearlo en el noveno asalto con una andanada de golpes que obligaron al tercer hombre a detener el combate con dos segundos para terminar el round.

Como había prometido, el retador buscó el nocaut desde el primer campanazo, persiguiendo al campeón que a veces salía por piernas o se paraba a soltar los puños. Fueron varios derechazos y algunos volados de izquierda los que conectó Román en los primeros asaltos, pero se notaba que todo era cuestión de tiempo para que el campeón empezara a dominar al aguerrido combate.

Apoyado por los gritos de “Mickey, Mickey” el retador fue siempre sobre su presa, como el llamo a rival, pero solo lograba incomodarlo y no lastimarlo seriamente. En cambio, Berchelt, peleando erguido como una campamocha, en lugar de un alacrán, le metía las manos a Mickey con ganchos de izquierda, derechazos y tremendos ganchos a los bajos que fueron minando la condición física y los animos de Román.

Los primeros tres asaltos fueron similares con un retador que perseguía al campeón tirando derechas a diestra y siniestra ocupándose muy poco de golpear a los bajos del campeón.

Ya para el cuarto asalto, los impactos de Berchelt empezaron a hacer mella en la anatomía de su valiente retador. Mickey, como soldaditos de plomo, se tambaleaba ante los impactos del erguido campeón, pero no caía. El campeón, sin embargo, no se desesperaba y seguía con su labor destructora.

El quinto asalto encontró a un Mickey mas lento, con menos juego de piernas como resultado de los tremendos bombazos de izquierda y derecha que había estado depositando el campeón en el plexus solar y en el hígado de su valiente retador. Seguido el juarense amenazaba con visitar el tapiz, pero su indomable fortaleza y espíritu no le permitían hacerlo.

Las cosas, sin embargo, ya no se veían bien para el púgil fronterizo. Berchelt siguió presionando hasta que en el sexto mando a su temerario retador a la lona en un par de ocasiones. La primera caída fue con un derechazo, mientras que la segunda fue por acumulación golpes con ambas manos. Pero Mickey, con mas pantalones que los que hay en una tienda para hombres, siempre se levantó y regreso a la guerra que para entonces ya era esta pelea. Ya todo era cuestión de tiempo antes de el valeroso retador quedara permanentemente en la lona.

En los siguientes asaltos, la juventud y fortaleza del campeón se apoderó totalmente del combate. Un Mickey Román ya sin piernas, sin fuerzas, totalmente agotado y lastimado, pero aun con agallas, seguía en la refriega, pero todo se veia inútil. Ya ni con un golpe de suerte podría ganar porque ya sus golpes no tenían efecto alguno sobre la humanidad del campeón.

Berchelt siguió machacando a Román en el octavo asalto preparándolo para lo que venia. El tercer hombre en el ring seguía observando a Mickey de cerca, porque el campeón ya en este asalto y en el previo traía a retador de poste a poste disparándole golpes de todos sabores y calibre. La esquina de Mickeyo el referi debería haber parado el combate al final del séptimo asalto. El castigo ya era demasiado.

Luego vino el noveno y ultimo asalto. Berchelt, quizá, decidió que ya erta suficiente. Acoso a su rival por todo el ring y aun cuando llamaron que quedaban 10 segundo en el round, Berchelt siguió golpeando a Mickey a dos manos cuando el bravo juarense estaba con la espalada contra las cuerdas obligando al réferi a detener el disparejo combate.

Mickey perdió como los hombres ante una gran entrada en el Don Haskins Center.

Fotos cortesía: Mikey Williams / Top Rank

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