Magomed Abdusalamov / El boxeo le quitó la magia

(Vea la última pelea que efectuara el peso completo ruso Magomed Abdusalamov ante el cubano Mike Pérez, el 2 de noviembre de 2013).

Magomed Abdusalamov, el ruso que combatiera en Argentina frente a Sebastián Ceballos en la velada en donde Sergio Martínez le ganara a Murray, hoy sobrevive tras la pelea que sostuvo en noviembre de 2013 con el cubano Mike Pérez.

‘El Mago’ hoy se encuentra postrado en hospital de  Connecticut, con un  severo daño cerebral y múltiples  infecciones de sangre y huesos que amenazan su vida cada segundo de su existencia.

Luego de su combate en el ring, vino su más importante combate y aún lo está disputando, con gravísimas consecuencias, escaras en su espalda y complicaciones generalizadas en huesos y sangre.

Más de dos millones de dólares de gastos, que su familia no puede hacer frente y  la familia de boxeador, vendió todo por una luz de esperanza, que, cada segundo que pasa es más débil y angustiante.

Su padre don Bakanay Abdusalamov en su desesperada lucha, inició demanda contra la Comisión Atlética de Nueva York, cinco médicos, el réferi e inspector que estuvieron como responsables de la velada del 2 de noviembre de 2013 en el ‘Madison Square Garden’ de ‘La Gran Manzana’, aduciendo que no estaba la ambulancia.

Solo para la anécdota su palmarés es de 18-01-00 había perdido en combate con el cubano Mike Pérez, pero tenía fracturas múltiple en la cara, en su puño y en el ojo una herida que le hicieron puntos.

Tras el fallo y al trasladarse a los vestuarios se desvaneció y comenzó a vomitar, por lo que fue trasladado al hospital donde aún se encuentra en donde en ese momento le retiraron un coagulo de sangre de su cabeza y lo indujeron en coma para desinflamar su cerebro. Hoy ‘El Mago’ no camina, no habla y recibe contadas visitas.

Sin entrar a valorar la demanda, debemos decir que esta también es la cara del boxeo, la triste realidad que algunos pretenden ocultar, pero que aún hay dirigentes que luchan para que se respeten la vida de los boxeadores, brindando y exigiendo que se cumplan los reglamentos y las ordenanzas, porque no debemos olvidar que el espectáculo lo hacen los boxeadores, aunque muchas veces el dinero se lo llevan otros.