Lara vs. ‘Canelo’ / Un duelo estelar

saul alvarez ataca-jorge najeraSe avecinaba un combate intenso, eso lo preveíamos, protagonizado por dos de las escuelas más dominadoras del boxeo actual, la cubana y la mexicana, pero el caso es que tanto Erislandy Lara (19(12)-2-2) como Saúl “Canelo” Álvarez (44(31)-1-1), lograron algo que no siempre ocurre, entregar al aficionado un verdadero combate de boxeo.

Igualado, con dos estilos completamente contrapuestos, y a su manera, cada uno excelso, el aficionado pudo asistir a una pendencia magnífica que glorifica este deporte, y que para mi, en gran medida, aglutina muchos de los valores que me encandilan del pugilismo. El resultado final, victoria por decisión dividida 115-113 Lara, 115-113 Canelo y 117-111 Canelo. Cartulina polémica, ninguna novedad, pero por encima de todo, una pelea con mayúsculas.

Sabíamos que el duelo sería una confrontación de un púgil técnico y defensivo como Lara, contra otro ofensivo y más pesado como el Canelo. Con esta perspectiva, el uno debía mantener la distancia y buscar la contra, mientras el otro tenía la obligación de caminar hacia adelante y centrarse en el cuerpo.

Visto el combate, ambos desarrollaron su papel en el guión a la perfección: con Lara tirando de piernas para explotar la extensión del ensogado, y Canelo buscando dañar abajo para frenar esa movilidad.

Por ello la pendencia estuvo tan igualada, ambos hicieron lo que tenían que hacer si consideramos sus condiciones pugilísticas, y solo ciertos detalles decantaron rounds hacia uno u otro lado. Quizás no hubo sangre ni una emoción desorbitada, pero fue una pelea de un nivel técnico para nada desdeñable.

Lara empezó el combate como acostumbra, desplazándose con gracilidad y mostrando ese boxeo tan preciosista que es el del cubano. Se parece mucho a Mayweather, es cierto, sus ardides defensivos se asemejan en gran medida a los del mejor libra por libra, por eso Canelo debía buscar algo diferente en esta ocasión.

Tras verse superado en el primer round, reaccionó en el segundo, esgrimiendo un hook de izquierda al cuerpo que pretendía evitar que Lara escapara con facilidad. Por medio de combinaciones no exentas de riesgo, el mexicano lograba detener a un rival, que sin embargo, no cejó en sus empeños por mantener contenido al Canelo. Bailar, moverse sobre el ring, muchos critican esta forma de boxear, pero es la más inteligente, y requiere de una armonía entre técnica y físico brutal.

Lara es de este tipo de boxeadores, que entre desplazamiento y desplazamiento, se las ingeniaba para conectar más que un Canelo que lo que lanzaba, lo liberaba con fuerza y con poder. Con el paso de los rounds, Lara perdía velocidad, haciendo pensar que la intensidad del Canelo podía prevalecer, pero la velocidad de manos del cubano impedía que el mexicano pudiera llevar a cabo ataques más intensos.

De nuevo, Lara tomaba la delantera, pero Saúl no lo dejó marchar, poniendo la valentía necesaria para seguir manteniendo el combate equilibrado. Fue en este momento, superado el noveno round, cuando quizás Lara perdió el combate y Canelo pudo ganarlo; la osadía que mostró el mexicano para buscar a su contrincante no fue así exhibida por Lara, dañado de cuerpo para abajo.

La pelea fue culminada por un último round tremendo, con Saúl saliendo a cuchillo para llevarse el último y decisivo segmento. Lara, en cambio, conservó, considerando que el combate ya era suyo.

Ambos se creyeron ganadores, con criterio, porque ambos bien pudieron alzarse con la ictoria. Lara picó más pero con poco poder, y Canelo mostró mayor iniciativa, pero falló en exceso. Considero que el resultado justo es el de un empate, tanto equilibrio no merece ser decantado hacia ningún lado, y desde mi prisma, exige de una revancha.

Es evidente que el 117-111 para Canelo es obsceno, propio de un juez de vacaciones por los lares de la sinrazón, mas no creo que se pueda tildar de robo el resultado ya que la victoria de cualquiera de los dos habría sido merecida, así como el empate.

Quizás, Lara perdió por no mostrar más atrevimiento; en amateur la victoria hubiera sido suya, pero en el profesionalismo cuentan otros factores. Sacó pocas manos, y no se vio ninguna que dañara a su rival.

Canelo, por su parte, dio mejor imagen que contra Mayweather, pero se evidenció que requiere de un aumento de categoría más adaptado a su velocidad y condiciones. Sea como fuere, desde mi perspectiva resultó una pelea muy enriquecedora, que si bien adoleció de pasión, demostró que ambos son enormes peleadores. Un cordial saludo.

(Foto: JORGE NÁJERA)

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