La inolvidable “Guerra de los Zetas” en el WBC Talks Round 32

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Por Jaime Estrada vidaboxeo@cox.net

Para todos los amantes del boxeo de hueso colorado la llamada “Guerra de los Zetas” en el Fórum de Los Angeles  un 23 de abril del 1977 fue un combate clásico entre dos guerreros a prueba de fuego, que no se andaban por las ramas con la fama de ser artistas del cloroformo, mis respetos para ambos y siempre los he admirado por ese gran talento de puños que los ha inmortalizado para siempre en el mundo del boxeo

Alfonzo empezó en el boxeo como sobrevivencia en un barrio bravo en Tlatelolco en colonias donde las broncas eran el pan de cada día y cie que solo se defendía porque lo miraban chaparrito y se querían pasar de lanza, y por ese comportamiento de plano lo expulsaban de la escuela por pleitista y cuenta que su vecino era Ernesto Gallardo al cual su padre (taxista) lo llevaba al gimnasio a las 6 de la mañana y le dijo que no se la acababa con las quejas por su comportamiento y continua:

“Fui al Jordán y no me pusieron a entrenar sino para asistir a los pugilistas lo que ocupaban y al final del día me daban mis 10 pesos, pero ya cuando todos se iban, yo solito hacia los entrenamientos que miraba hacer a tipos como Jose Medel y otros grandes peleadores”.

A los 16 años “Poncho” fue a las Olimpiadas Múnich ‘72 y gano la medalla de plata en peso gallo, quedándose con la espinita de ganar el oro, pero dijo que no hubo el apoyo que se requiere y debutó como profesional después de 5 meses de llegar  y comparte:

“Mi papa no quería que debutara porque el contrincante era más grande de edad, pero lo puse fuera de combate en el primer round”.

Carlos Zarate dije que empezó como a los 10-12 años y que también le encantaba pelear en la calle y en la escuela y cuenta que hacían funciones de box en su colonia y lo invitaron y empezó a sentir la adrenalina del toma y daca y gano el torneo de los guantes de oro y cuenta que le gustaba leer los periódicos en las esquinas y se emocionaba cuando leía que llegaban unos boxeadores cubanos a pelear a México, personajes de la talla de “Mantequilla” Nápoles, Ultiminio Ramos, Manolo Mora y amplia que se fue involucrando hasta culminar el sueño de ser campeón del mundo con Arturo “Cuyo” Hernandez en el gimnasio Jordán, cuando tenía en su cuartel a German Torres, Lupe Pintor, “Mulato” Zúñiga, Raúl Valez, Raúl Rodriguez, “Canelo Urbina, pero apunta que primero asistió al gimnasio Gloria y le dijo a su hermano Jorge que fueran con Hernandez quien lo enfrentó ante un mosca con mucha experiencia y manifiesta del manejador que lo encumbró:

“El Cuyo” era muy abusado con experiencia de entrenar a boxeadores de la talla de “Chango” Casanova, Kid Azteca y me dio luz verde para quedarme al ver que me defendía bien ante sus pupilos como “Halimi” Gutiérrez y Rubén Olivares. (“El Púas” es su compadre) y prosigue:

“Debute como profesional  y con 24 peleas ganadas todas por nocaut  ya mi nombre empezó a sonar fuerte y le echamos más ganas para llegar al sueño dorado de disputar el campeonato mundial, donde me toco pelear con Rodolfo Martinez de la lista de los mejores gallos y me corone al noquearlo en el octavo asalto”.

Mauricio Sulaiman confesó que desde niño siempre quiso ser como Carlos Zarate (o como Miguel Marin en el futbol) y dijo muy claro, que tanto Zamora como “El Cañas” fueron rivales en el ring pero más que amigos hermanos en la vida, aunque muchos pensaban que se odiaban a morir, pero nada de eso, Alfonzo Zamora al cual le decían “El Toro” cuenta que esa pelea entre ellos no debió ser porque los privó de llegar mucho más alto en sus trayectorias boxísticas, y confiesa que en ese tiempo ya andaba prendido en el espejismo de las adicciones y no estaba preparado para tremenda guerra que de unificación de titulo supergallo a 10 asaltos donde Zarate gano por la via de la anestesia y cuentan que ese día pasaron muchas cosas raras, como cuando todavía estaban en los vestidores hubo una explosión en la arena y la gente entro en pánico y empezó a correr por doquier pero se supo que el ruido fue un calentón de aire acondicionado que trono, después en el primer round entro un loco al ring y el réferi Richard Steele detuvo la acción y al impertinente le fue como en feria, macaneado, tirado de cabeza, arrastrado y arrestado. Zarate dice que la gente quedo satisfecha con tremenda pelea que si hubo muchos sucesos y que hubo lagrimas, mucha controversia y después que se puso el video con un ring todavía de 3 cuerdas, y a pesar de que se dieron duro y tupido dice que no hubo nunca nada personal  a pesar de que el padre de Alfonso se hizo a las patadas contra “El Cuyo” Hernandez y agrega:

“Fue un batalla sin tregua al toma y daca A mi me toco ganar y ni modo la gente me acepto”.

Zarate tenía 47×46 Zamora tenia 28x 28  cuenta que desde los amateurs fueron buenos amigos, y que y no sabe ni porque los enfrentaron, pero que nunca ha existido rivalidad de ninguna clase entre ellos, pero si hubo mucho ruido hasta que se realizo el combate y Zamora añade:

“Nunca entendí porque aceptaron esa pelea si ya sabían que yo andaba en la vida loca y mi preparación no era de primer nivel, debía haber estado al 100 % pero no llegaba ni a la mitad”

También dijo que solo un par de veces se puso guantes con Zarate en sparring, pero que iban a varias partes de La Republica, tan lejos como Tijuana, La Paz abriendo muchas arenas, siempre conviviendo , siempre se llevaban muy bien. Y sobre las diferencias que abandono a su entrenador explico que hubo una anomalía económica y que su papa le dijo al manejador que ya no estamos a gusto, entonces compre su contrato para buscar su suerte con otros manejadores.

Zarate agrego:

“Desde los guantes de oro hicimos amistad, él estaba en la línea de los pesos moscas y se dedicó a las olimpiadas,  yo de lleno a lo profesional, porque no se me hacia atractivo estar en lo amateur yo lo que quería era dinero”.

Zamora continuo hablando de su experiencia olímpica cuando hubo un caos con atletas israelitas y cuenta lo que recuerda de esa situación:

“No puedo decir mucho del tema porque yo era el único deportista mexicano que estaba en competencia y me cuidaban mucho, y ese suceso del secuestro y no me quieran comentar nada, ocultándome hasta que se empezaron a escuchar los disparos y me di cuenta que algo andaba mal, porque me metieron debajo de la cama, inconscientemente si se sentía temor se escuchaban muchos disparos, ya después me puse a leer el libro Septiembre Negro, Múnich 72 y me di cuenta de que fue un hecho escalofriante”.

Mauricio confiesa que su papa, don Jose sufrió mucho por el cariño que le tenía a los dos, y que cualquier golpe pudiera haber cambiado el destino del combate y que una amistad de esa índole se aprecia el cariño en tremendo combate (en broma) y sustenta:

“Al explicar lo que paso en esa pelea los engrandece a los dos, además que ambos sucumbieron en adicciones, perdieron muchas cosas materiales pero el día de hoy son campeones de la vida”.

Zarate se destapa de capa y habla sobre el infierno de las adicciones al ser tan popular:

Ser campeón mundial es una arma de dos filos, una, se queda uno acostumbrado a los aplausos y muchas albricias por doquier,  ahí empieza uno a crecer el ego, y la otra, pues se paga muy caro si no tiene uno los pies sobre la tierra bien plantados, yo no tuve esa experiencia de tener los pies bien plantados, puse varios negocios, pero con la clase de vida que llevaba, no atendía nada y me vine hacia abajo, pero estando más abajo, fui a ver al señor Jose Sulaiman, le dije que me apoyara para unos trofeos para una función de boxeo, pero no era cierto, y me dijo:

 “Carlos yo lo ando buscando desde hace tiempo, aquí no hay dinero, lo que si hay es para una rehabilitación si usted lo quiere”.

Se fue y le comentó a su hermano Jorge quien también lo regaño diciéndole que ya dejara la loquera, que no dejara que las drogas apagaran ese corazón tan idolatrado por las multitudes y con orgullo analiza:

“Don Jose me llevo a un centro de rehabilitación llamado La Quinta Santa Maria, allá por Pachuca y allá también fue un infierno lo que viví, durante la terapia me di cuenta del mal que me hacía, y discúlpenme los que no crean, pero Dios, que lo tengo en el corazón fue mi poder supremo, y por todo eso, yo soy el hombre más agradecido del mundo, esos favores que don Jose me hizo, y no olvido cuando me dijo: Me llena de gusto saber que va a lograr salir con el brazo en alto de esta clínica”.

Carlos dijo que se quedo 6 meses echándole todas las ganas del mundo y cuando se reporto con don Jose le dio 500 dólares y por esa bendición dice que como no va a existir Dios.

Zarate dice que se fue decepcionado del boxeo por dos combates contra Wilfredo Gomez quien sabía que iba a la pelea vacio y hasta lo golpeo ya estando en la lona y contra Lupe Pintor afirma:

“La pelea estuvo muy pareja, pero creo que hice lo suficiente para ganar y no creo justo que le hubieran dando la victoria a Pintor”.

Y Mauricio supo de esa pelea a capa y espada de las drogas a las que estuvo encadenado y aplaudió su valentía de estar en la lona y levantarse como todo lo que ha sido un gran campeón:

“Ahora tú te dedicas a guiar otras personas en anexos y universidades para que busquen el camino correcto y no caigan en el abismo de las adicciones”.

Le toco el turno a Alfonzo Zamora quien califico su experiencia toda via mas drástica, ya que al dejar la escuela a los 12 años en un barrio peligroso donde ya la pasaba de fiesta en fiesta y que desde los 14 a los 17 se metía píldoras para salir de la realidad hasta llegar a los ácidos alucígenos (LSD) sin que nadie le dijera nada y prosigue:

“Si quería llegar a mi casa iba o no iba y nadie me decía nada, yo gozaba con mis amigos que andaban igual de perdidos que yo, todo el proceso de boxeador terminaba y al alucine de siempre. Y al ganar dinero las drogas eran más fuertes, yo nunca llegue ni con 60 por ciento a las peleas, pura lujuria, tengo entre 13 y 16 años que me porto bien, por aburrimiento porque andaba con narcos, comandantes y gente poderosa en un mundo diferente al ordinario, me hubiera gustado estar rodeado de gente que me quisiera, que me dieran una mano, que me guiaran en lo correcto para haber salido de la ociosidad que es lo peor de las adicciones”.

Zarate comento que un día se encontró con Zamora en la Zona Rosa y lo invito a seguir la parranda en su apartamento, el cual estaba lleno de humo y tenia invitados de todos, artistas políticos, deportistas y que le dio un pipa y al fumarle sentía que flotaba y ahí estábamos como locos hasta que el cuerpo aguanto.

(Zamora dono los guantes cuando gano la medalla olímpica  para los tratamientos del entrañable “Chicanito” Hernandez cuando empezó su batalla contra el Cancer de colon).

Y como tradición de todos los invitados al panel se formó al boxeador ideal de todos los tiempos por concepto de Punch, ambos dijeron que Tyson.

Quijada: Zamora dijo que el argentino Bonavena Ramirez y Zarate se apunto el mismo.

Los dos pusieron a Leonard como el más veloz.

En Jab, Zamora eligió a Lupe Pintor y Zarate a Tommy Hearns.

En habilidad  Zamora puso a Muhammad Ali y Zarate a JC Chávez.

En valentía y corazón: Zamora dijo que Freizer y Zarate elogio a dos, Zaragoza y Arce.

 

Jorge Najera

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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