Hay que darle crédito a Julito Chávez por regresar al ring ante un formidable rival

Pudo haber seleccionado un rival menos duro, especialmente, porque tiene rato alejado del ring. Pero Julito Chávez seleccionó para su reaparición al peligroso Daniel Jacobs en un combate que se celebrará en el área de Phoenix en un peso pactado en las 168 libras. Este duelo sería el debut de Jacobs como peso super mediano. Quizá, el hijo de la leyenda mexicana quiere demostrarse y demostrarnos de una vez por todas que es lo que le queda por hacer en el boxeo. El indisciplinado púgil mexicano no sube al ring de una manera oficial desde que fue vapuleado por Canelo Alvarez en un combate en el cual nunca soltó las manos con intenciones de lastimar a su rival. Subió al ring deshidratado y débil habiendo dejado donde todo en el gimnasio tratando de marcar las 164 libras que le exigía el pecoso de Guadalajara. Ya todos sabemos que el Canelo, como lo hizo Floyd Mayweather durante toda su carrera, le pone condiciones a sus rivales y hasta dicta el peso en que van a pelear para tomar ventaja. Los boxeadores taquilleros así se portan.

Jacobs, quien solo ha perdido ante Canelo y Gennady Golovkin en combates muy disputados, será un rival muy peligroso para Julito. El mexicano tiene talento. Esto nunca se ha discutido, pero no ha tenido la rigurosa disciplina en el gimnasio para preparase y subir en óptimas condiciones físicas al ring. Su padre le ha detenido algunas peleas porque ha sentido que su vástago no estaba preparado para subir al ensogado. Con una buena preparación y con las armas que posee, Julito puede sorprendernos y vencer a Jacobs dándole un nuevo giro e importancia a su estancada carrera.

¡Qué bueno es Vergil Ortiz! El boxeador México-americano invicto de Grand Prarie, Texas, de solo 21 años, consiguió su nocaut No. 15 en igual número de peleas poniendo fuera de combate al experimentado Brad Solomon, quien solo había perdido una pelea. Mostrando una excelente condición física y soltando golpes en cantidades industriales durante todos los 6 asaltos que duró la pelea, Ortiz apabulló a su rival hasta dejarlo hincado en una esquina, de donde lo rescató el rٕéferi declarando el nocaut. Siguiendo los consejos de su entrenador de lujo, el californiano Roberto García, y apoyado por sus compañeros de establo, Mikey García y Brandon Ríos, el púgil tejano promovido por Oscar de la Hoya lució imponente. Ya hablan de de que se enfrente a los mejores en peso welter. Mencionaron a un Danny García y a otros contendientes. Pero, ¿Cuál es la prisa? Foguéenlo con otros rivales duros antes de ir por un título. Tiene tiempo. No cumple 22 años hasta el 2020.

Otro boxeador joven que sigue causando impacto es el hondureño-americano Teófimo López. El residente de Nueva York sorprendió noqueando al durísimo africano Richard Commey en solo dos asaltos. Un derechazo de película a la mandíbula desarticuló y desmadejó por completo al africano para ganar el título mundial ligero del FIB. Nadie había dominado con esa facilidad a Commey. Ahora se habla de enfrentarlo al maestro Vasiliy Lomachenko, quien subió al ring del Madison Square Garden después del combate para felicitar a quien podría ser su próximo rival en año entrante.

El campeón welter Terrence Crawfored subió al ring como prohibitivo favorito de las apuestas, 16-1, pero el retador de Lituania, Egidjius Kavaliauskas, resultó ser un león rasurado ofreciéndole una resistencia inesperada. Crawford aguantó muchos golpes del retador, pero lo puso en la lona en tres ocasiones hasta noquearlo en el noveno episodio.

Fue un buen fin de semana con excelentes combates.

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