Guillermo Rigondeaux / Un rajón de primer orden

(Foto cortesia: Mikey Williams / Top Rank)

Guillermo Rigondeaux

Con la mandíbula hinchada y fracturada, Muhammad Ali terminó su combate ante Ken Norton. Jesús “Matador” Chávez terminó su pelea con Eric “Terrible” Morales usando solo un brazo, porque el otro estaba lastimado. Y más reciente, vimos a Miguel Cotto terminar su combate con un bicep totalmente roto en su combate de despedida ante Sadam Ali. Con un bicep hecho rollo hacia arriba, el boricua hubiera tenido justificación si abandonaba su duelo con el joven Ali. ¡Pero no lo hizo! El box, como el futbol americano, es un juego de hombres valientes, intrépidos y con mucho pundonor.

El cubano Guillermo Rigondeaux no parece saber lo que estas palabras significan. No es ningún pecado o falta de valentía o de honor perder ante un rival más grande y fuerte como Vasyl Lomachenko. Si el cubano se la rifa hasta el final, y aunque hubiera perdido, se hubiera ido a su casa aun campeón mundial de su división en las 122 libras. Era obvio que el ucraniano con 130 libras era más grande y fuerte que el isleño. Son cientos los peleadores chicos que han perdido ante un rival más grande. Pero son contados los púgiles que se hayan rajado descaradamente en el ring por esta razón.

El gran Julio César Chávez se quedó sentado en el banquillo en su segundo encuentro con Oscar de la Hoya, quien más joven y pesado, venció al mexicano. Pero Julio se fajó con el de East LA durante toda la pelea hasta que vino el final. Podemos decir que el también grande Roberto “Manos de Piedra” Durán tiró la toalla y se rajó ante Sugar Ray Leonard, pero lo que había logrado durante su legendaria carrera el panameño, a mi parecer, opaca ese vergonzoso acto.

Este no es el caso del cubano, quien a pesar de ser campeón mundial, su historial en el box profesional no ha dejado huella y es solo reconocido por ser un combatiente defensivo, soporífero y aburrido. Al haberse rajado ante Lomachenko, quien lo estaba superando en todos los aspectos, fingió una lesión y abandonó vergonzosamente el tan esperado combate entre dos leyendas del amateurismo. Esta mancha en su historial profesional quedará para siempre esculpido, como un visible tatuaje en la cara, que todo mundo verá por el resto de su carrera en el ring.

Se le tiene mucho más respeto al otro púgil cubano aburrido, Erislandy Lara, y a Yuriorkis Gamboa, quien aunque ha sido noqueado en varias peleas por cambiar su estilo defensivo, siempre ha terminado sus duelos. El combate ante el ucraniano podría ser la última pelea estelar de Rigo, quien podría reaparecer en UniMás, pero nunca más en HBO, Showtime o ESPN.

El cambio de entrenador le redituó maravillas al veterano púgil Miguel “Mickey” Román

Miguel Román

El tremendo batallador de Ciudad Juárez se había dado a conocer, no solo por su espíritu indomable en el ring, pero por extinguirse en los últimos asaltos y perder combates que iba ganando. En su combate ante el también guerrero azteca, Orlando “Siri” Salido, Román terminó noqueando a su duro rival sin apagarse en los asaltos finales. En la que fácilmente puede ser la pelea del año, los dos púgiles mexicanos dieron un memorable combate-que nuevas- como es la costumbre cada vez que se miden dos gladiadores aztecas.

A los 37 años, ya con problemas para dar el peso, Siri anunció que se retiraba del boxeo. Protagonista de muchas y cruentas batallas, a Orlando “se le acabó el corrido”. ¡Gracias por todo Orlando! Suerte en la siguiente etapa de tu vida.

Luis Ortiz

El “gorila” cubano Luis “King Ortiz” solo busca la platica, como dirían los colombianos, la feria o la lana, como diríamos los mexicanos, o los dólares en su encuentro con Deontay Wilder. El campeón estadounidense de peso completo es más joven, mucho más rápido de pies y manos, y tiene todas las ventajas sobre Ortiz, quien es corpulento, alto y pega duro, pero ya tiene 38 años.

!Feliz cumpleaños! Bob Arum

Controvertido y todo, a sus 86 años el promotor neoyorquino continua ofreciéndonos los combate atractivos que nos gustan.

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