GGG no tuvo que ir a ningún restaurant o panadería para comerse un “flan”

(Foto cortesia: Tom Hogan-hoganphotos-GGG Promotions)

El multimillonario combate ante Saul “Canelo” Alvarez, en anticipada revancha, se le vino abajo al kazajo Gennady Golovkin por culpa de su rival mexicano. El pecoso de Guadalajara, Jalisco reprobó el mandatorio examen antidoping por haber ingerido el esteroide clembuterol y de repente ya no hubo pelea.

El triple G percibiría el sueldazo de su vida por pelear una revancha ante el boxeador más taquillero del momento. Golovkin y Canelo empataron en el primer polémico combate. Las opiniones sobre quien en realidad ganó el combate estuvieron divididas. Ambos boxeadores pensaron que habían ganado.

El kazajo se hubiera llevado cuando menos $20 millones de dólares, por quien sabe que tanto dinero que se hubiera embolsado el pelirrojo mexicano. Con Canelo suspendido por la Comisión de Box de Nevada por seis meses, Gennady se había quedado sin su popular y lucrativo rival. Ahora el GGG estaba en un serio problema para defender sus títulos medios, porque sin Canelo como rival, Las Vegas ya no quiso la defensa de Golovkin ante otro contendiente, porque esto le hubiera causado pérdidas al casino que pensaba acomodar el super atractivo combate.

Con la más fuerte pegada en la división de las 160 liras, pero sin el carisma o ángel del Canelo, habría que buscar otra sede y otro rival si aún  quería pelear el 5 de Mayo. Le propusieron varios rivales para salvar la fecha, entre ellos el ruso Sergiy Darevyanchenko o una revancha con Daniel Jacobs, pero el kazajo se inclinó por lo más sano seleccionando a un rival menos peligroso. Su rival fue Vanes Martirosyan, un boxeador super welter que tenía casi dos años sin pelear, y por si fuera poco, al armenio-americano le ofrecieron el combate dos semanas y medio antes del evento.

¡Esta era una fórmula para el desastre del retador! Y así fue. Un rival sin saber si su pegada, que le dio 21 KOs en las 154 libras, tendría efecto en las 160 libras, acepto retar al campeón, quien lo aventajaba en todo lo importante en un combate de box: peso, fortaleza y pegada. Vanes fue un rival escuálido, famélico y de poca fortaleza enfrentándose a un toro en peso medio. Si hubiera corrido un poco, yo había pronosticado el final del armenio para el quinto asalto. Le erré por tres rounds, porque Vanes optó por fajarse ante el poderoso campeón.

El GGG se engulló un pichoncito, un flan, un pastelito en el StubHub Center, el mejor sitio para ver un combate de box. Los 20 mil y pico de fans que hubiera atraído el enfrentamiento Canelo-Golovkin en Las Vegas, solo atrajo menos de 8 mil personas al StubHub. El sueldo de Vanes fue de $225 mil dólares, cantidad que no desquitaba una larga paliza. ¡Dos rounds y ya!

Ya lo había dicho antes que Vanes muy pronto había pasado de candidato a figura, con varias derrotas en deslucidas peleas, a calador. Gennady ganó solo un millón de dólares y siguió maldiciendo a Canelo, no necesariamente por sus ansias de verse la cara con 3l en el ring otra vez, pero por los 19 o más millones de dólares que perdió al cancelarse esta pelea.

El manejador del GGG, Abel Sanchez, sigue soltando el pico más que un cotorro de vecindad, criticando al Canelo y hasta por la manera en que le vendan las manos. Si este tipo de vendaje es legal en Nevada, quien es Sánchez para decir lo contrario. Asimismo, Oscar de la Hoya, el promotor de Canelo, ya está haciendo planes para que su peleador regrese al ring en septiembre ante GGG y que pelee otra vez en diciembre ante un rival no mencionado.

Si no pudo con  Jermall, ahora va en busca de Jermell, su hermano gemelo. El paseño Austin Trout, con residencia en Las Cruces, Nuevo Mexico, combatirá ante Jermell Charlo el 9 de junio en el Staples Center en una pelea por el título mundial de las 154 libras. El campeón de Houston, Texas es más joven y tiene más pegada. Esta, sin duda, sería la última oportunidad de Trout de coronarse campeón mundial otra vez. Se ven duras las cosas para mi paisano.

Deja un Comentario