Fausto “Ceja” Rodríguez- Ídolo de Santo Domingo y Puerto Rico

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Cuando lucía que la República Dominicana podría contar con un nuevo campeón, el destino frustró esas esperanzas al perecer en trágico accidente automovilístico, junto a su esposa e hijo, Fausto “Ceja” Rodríguez campeón nacional de las 147 libras.

“Ceja” Rodríguez (Fausto Bakemón Rodríguez) nace el 19 de septiembre de año 1951 en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, y desde niño sintió la inclinación por este deporte.

Apodado como “Cunino” empezó a demostrar que el podía dominar el arte del boxeo con una buena pegada en ambas manos. En el aficionismo empezó a cosechar triunfos, algo que llamó la atención de los seguidores del boxeo que vieron en él un futuro campeón.

Fausto representa a su patria en eventos internacionales y causó sensación en los II Centroamericanos y del Caribe de Boxeo Amateur, en La Habana, en el año 1969, cuando gana la medalla de bronce no sin antes eliminar a dos contrarios gracias a la dinamita de su puños.

En el año 1972, ante las pocas perspectivas del boxeo rentado en su país, Fausto decide emigrar a Puerto Rico, y es en San Juan, en donde hace su debut, derrotando el 8 de agosto del mismo año, por nocaut, en un solo asalto, a Ángel Sepúlveda, su primer rival en la que sería una interesante carrera pugilística.

Los fanaticos puertorriqueños se dieron cuenta que estaban asistiendo al nacimiento de un líder en el difícil deporte del boxeo. A Fausto Rodríguez le esperaban días de gloria como boxeador, por su fuerte pegada, su determinación, su coraje, su gran valor, su serenidad, su instinto para conocer cuando tenía al rival a punto de “mate”, y su enorme personalidad.

Sus hazañas fueron conocidas en Santo domingo por las agencias noticiosas, y ellos motivó que sus peleas fueran transmitidas directamente por emisoras dominicanas.Pronto, Fausto se convertiría en el más grande ídolo deportivo que haya tenido el pueblo dominicano.

Fausto continuó escalando la montaña de la fama y, como muestra de su gratitud por el estímulo que había recibido de parte del fanático puertorriqueño, comenzó a subir al tinglado llevando en sus manos las banderas dominicana y puertorriqueña, en señal de su determinación de darles a sus patrias de origen y de adopción un título mundial. “Ceja” constituyó un fenómeno de popularidad tal en su país, que el fanático acudía a verle pelear sin tener en cuenta quién era el contrario.

Sin embargo, muchos de los más avezados periodistas dominicanos en el boxeo, mostraban cierto escepticismo en cuanto a que el muchacho pudiera alcanzar la meta que se había fijado. Estimaban que poseía una defensas muy pobre y que dependía para buscar sus triunfos exclusivamente de su agresividad y del poder de su pegada.

Quiso el destino que Fausto les hiciera rectificar, cuando, precisamente en la que fuera su última pelea, enfrentando al cotizado norteamericano Alfonso Hayman, brindó la más hermosa, brillante y nítida exhibición de tecnicismo que nunca antes se hubiera presenciado en un cuadrilátero del país.

La noche de su pelea con Hayman, el 8 de agosto del 1977, “Ceja” no fue sólo el pegador consistente de siempre, sino que a ese atributo envidiable para el boxeo, unió una técnica que le permitió ofrecer una verdadera cátedra de lo que es la esgrima de los puños.

Estaba al firmársele una pelea por el título, para enfrentar a uno de los dos monarcas mexicanos del peso welter, Palomino o Cuevas, y se disponía a viajar a Puerto Rico para iniciar sus entrenamientos, cuando un claro día de playa se tornó en negra tragedia al surgir un aparatoso accidente para el automóvil en que viajaba junto a su esposa Bertha Javier y su primogénito Fausto Jr..

La personalidad, el carisma de Fausto “Ceja” Rodríguez, se patentizó cuando más de setenta mil personas, de todas las edades, sexos y condiciones sociales, desfilaron llorando ante su féretro.

Por rara coincidencia, “Ceja ” RodrigueZ debutó el 8 de agosto del año 1972, obteniendo una fulminante victoria por la vía rápida y obtuvo el 8 de agosto de 1977, la que fuera su última y más convincente victoria.

Su carrera totalizó cinco años de gloria para él y para el pueblo dominicano. “Ceja” Rodríguez celebró un total de 28 combates, de los que ganó 17 por nocaut y 8 por decisión. Fue derrotado en solo tres ocasiones (todas en Puerto Rico), perdiendo por nocaut técnico de Alvin Anderson, a quien en el desquite noquearía en solo dos asaltos, y por decisión impopular e injusta por Nick Ortíz y Miguel Barreto.

En octubre del año 1978 la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo, por votación unánime, lo exaltó al Pabellón de la Fama de los Deportes Dominicanos. “TODAVÍA A ESTAS ALTURAS LE SIGUE RECORDANDO AL FENÓMENO DE MAS POPULARIDAD QUE SE HAYA CONOCIDO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA”.

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