Dos Mil Quince

Floyd Mayweather Jr., left, hits Manny Pacquiao, from the Philippines, during their welterweight title fight on Saturday, May 2, 2015 in Las Vegas. (AP Photo/Isaac Brekken)

Floyd Mayweather Jr., left, hits Manny Pacquiao, from the Philippines, during their welterweight title fight on Saturday, May 2, 2015 in Las Vegas. (AP Photo/Isaac Brekken)

El año murió, caduco. Rápido como un auto deportivo italiano, anhelado como el nacimiento de un hijo e impresionante como los records amateurs de Julio Cesar Chávez y Roberto Duran, por lo pobres.

Los más de trescientos sesenta días que han fenecido nos dejaron en el mundo del boxeo un popurrí de sensación y un sabor agridulce al final de las papilas gustativas en el musculo de la lengua. Afinar puntos en este año y encarrilarlos para un análisis apunta sin reparos al 2 de mayo, pero sin más amparos puede mermar sus ganas de ser analizado.

Comenzamos en enero, Wilder se afinco la galardonada posición de ser el que recupero el título pesado para los “Yankees”, luego lo defendió un par de veces sin mucho color importante. Hablando de abrazos y mañas, si, el gigante Ucraniano, Wladimir Klithcko perdió sus títulos ante alguien que anulo sus abrazos y mal boxeo, el Ingles de extrema derecha, Tyson Fury. Ahora se apunta al enfrentamiento con su homónimo norteamericano.
Oponiéndonos a esto, en los pesos chicos afloraron el maestro del Jab, Donnie Nietes y el dulce chocolate nicaragüense, Román González. El gallo Estrada no canto tan fuerte este año, o al menos la televisión no hizo nada como para escuchar sus cantos. Volvió el huracán Narváez replegado en argentina, alega volver por su titulo contra Inoue o ir por una categoría más. Inoue volvió hace horas ganado de nuevo por paliza.

Los Thurman, los Brooks, los Porter, los Garcia, los Peterson, tuvieron en los welters/welters Jr. un año transitorio, los que crecieron no lo hicieron muchos y los que decayeron tampoco cayeron tan mal, en fin. Esta categoría “visibles” espectáculos, sin olvidar a Tim Bradley que recupero su titulo y lo defendió. Bronner conquisto su cuarto título en una categoría diferente, para variar.

Los Lomachenko, Ward, Stevenson, Lara, Abraham y algún que otro tuvieron también un años, para mí o de transición o un año bajo en nivel y exposición, por diferentes motivos. Por favor, nobleza obliga, como olvidarme de los cubanos Rigondeaux y Gamboa, transitando tenuemente el año.
Peor, el año cosecho en mi la sensación de fumar un cigarrillo afectado por la humedad. Aunque algunas “secas” fueron placenteras. Disculpen si me olvido de algo no muy relevante que paso en este año, justamente por eso no lo recuerdo.

Vamos por lo bueno, tuvimos al destructor ruso, Sergey Kovalev quien retomo las riendas dejadas en 2014 logro seguir conectando sus poderosos y contundentes mazazos, incluyendo ese recto de izquierda que me fascina en el, ósea en vez de acompañar el la izquierda recta con el avance del pie izquierdo como un jab, acompaña el golpe con la rotación del tobillo, la cadera y el torso, simplemente genial y como aparecían en los viejos manuales de boxeo europeos.

Nos deleito también el “triple je” Genady Golovkin, que si esto fuera futbol su apodo “GGG” significaría: Gana, Gusta y Golea. Si, el kazajo siguió demostrando el arsenal y bagaje ofensivo que presente, golpes de todos los ángulos en combinaciones hechas para desmantelar las guardias de sus rivales y un jab capaz de dominar a su antojo a los rivales. Lograron “probarle” la resistencia a los golpes, a lo que respondió con una buena absorción, en fin, él logro hilvanar un año mejor al 2014.

Chocolatito fue el más dulce este año para mi entender, no tanto por sus actuaciones sino por la exposición mediática que logro. Trabajar en tándem con Golovkin logro expandir su público de gran y necesaria manera. Aclarando, sus actuaciones fueron excelentes, pero ¿Cuándo no lo son? Pega, boxea, esquiva, se cubre y todo con fundamentos y velocidad, es una maravilla ver sus peleas.

SECCION ESPECIAL
Canelo y Cotto se concreto luego de una medianamente larga y controversial serie de negociaciones, entre dimes y diretes llego el 21 de noviembre, la lona negra, el Mexico/Puerto Rico, los fans, los “haters”, el jab de Cotto, la paciencia del Canelo, etc. Fue una buena pelea, no sé si a la altura de lo que esperábamos, pero estuvo “visible” y “disfrutable”. Para compartir, mi tarjeta para esa pelea fue 115-113 para el boricua, si ¡Vi ganar a Cotto!
Mayweather y Pacquiao se llevaron todas pero todas las luces del deporte a nivel mundial e inclusive a nivel histórico, marcando un record a nivel histórico como el evento deportivo que más dinero genero por segundo, esto calculado en base a las ganancias de los boxeadores, pauta del dinero generado en total. En lo mediático la pelea se cocino a fuego lento pero muy lento, generando expectativas de nivel interplanetario corrompiendo todos los records de audiencia en el boxeo. Ahora bien, el 2 de mayo todo quedo en los papeles. Para los que amamos el boxeo técnico y la implementación de estrategias fue bastante buena, pero para el televidente promedio que no se dedica al análisis de contextos y cuestiones relacionadas al boxeo y su técnica, fue un gasto de tiempo, totalmente aburrida y sin emoción.

En fin, tuvimos la pelea del siglo, pero no le alcanzo ni para ser la del año.

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