¿CÓMO LO HAN DEJADO PELEAR ASÍ?

Por Andrés Pascual

El boricua Félix Verdejo (18-0-0, 13 Ko’s) es uno de los reclutas de más promesa en el circuito profesional del boxeo, la proyección que se maneja no debe fallar: tiene condiciones para convertirse en uno de los mejores peleadores de esta época.

El muchacho pertenece a Top Rank, como mejora con respecto a cada salida anterior y lo apoya un gran público natural paisanista, trabaja con la frecuencia que debe la figura que empieza en los trajines.

Este año el pugilista lleva 2 pleitos efectuados, pero el pasado y en el 2013 celebró 7 combates en cada uno, señal de que su estilo es atractivo, dentro de los marcos de lo que, históricamente, gusta de un pugilista: buena defensa, buena ofensiva (noquea para 72 %), boxeador que trabaja bien la media y el infight y arriesga, ofrece combate para no convertir en un bostezo la demostración.

Hoy leí a Carlos Narvaez, editor deportivo de El Vocero, referido a la lesión de Verdejo en su mano izquierda, que “la padece desde diciembre, en abril se resintió y el sábado pasado boxeó con dolores inaguantables casi”.

Yo no puedo entender que en una era donde hablan tanto de “preocupación por la salud de un peleador”, al extremo de que todos los nocaos son técnicos, las promotoras y managers no consideren en ese capítulo la lesión de una parte del cuerpo, vital para la carrera de un pugilista como las manos, incluso las piernas.

Eso sucede o, por lo menos sucedió, en Cuba durante la etapa en que Chícharo Sagarra era el dueño del boxeo en la Isla esclava, que se lo permitían todo por una medalla y en ese todo estuvo obligar a boxear a lesionados en las manos o en las piernas, como a Bautista Hernández y a José Gómez en Moscú-80, por cierto, a Bautista lo retiró muy joven una lesión en el metacarpiano de su mano derecha, la misma de Verdejo, que la tiene en la izquierda. Lo que Sagarra le hizo a Enrique Carrión no tuvo nombre, por eso solamente habría que ahorcarlo si sucediera lo que nunca va a suceder.

Peor, ridículamente increíble que se escriba: “esa lesión la tienen muchos boxeadores, es un huesito del metacarpiano”, señor, no muchos pugilistas tienen esa lesión, que, si continúa la presión y el efecto sobre la misma, porque el uso del jab con respecto a la derecha es más de 15-1, no solo el peleador tiene que actuar a riesgo de lastimarse constantemente, sino que podría agravarse y, aunque lo operen, como dicen que harán con Verdejo, cada vez que pelee, puede resentir la lesión y perder capacidad boxística, hasta que el temor ante la reversión lo convierta en un manco o boxeador que no usará la mano lesionada ni para marcar puntos y lo condene al retiro forzado.

Con estas cosas se debe tener mucho cuidado, el primer preocupado debe ser el peleador, que tiene que reclamar total atención médica y, bajo ningún concepto, boxear lesionado, o se arriesga a convertirse en un corista del ring, que pudo ser alguien y la ambición de 3 ó 4 se lo impidió. A fin de cuentas puede, que no está en Cuba.