Chocolatito y sus “Fantasmas”

Foto cortesía: Haxel Rubén Murillo / elnuevodiario.com

¿Alguien es capaz de dudar la naturaleza boxística de Román Chocolatito González? La respuesta sería no. Sin embargo, después de sucumbir dramáticamente frente al tailandés Srisaket Sor Rungvisai en septiembre del 2017, agregado con la inactividad, su falta de compromiso para afilarse en el gimnasio y su estado emocional, son suficientes argumentos para avizorar una ráfaga de incertidumbres alrededor del tetracampeón mundial pinolero.

Imagen: Joe Serrat

El combate programado de Román para el 15 de septiembre en el T-Mobile Arena en Las Vegas, Nevada, frente al mexicano Moisés Fuentes, representa la prueba de fuego que deberá superar, y no precisamente por la peligrosidad de su rival, sino por los “Fantasmas” que flotan sobre el púgil.

El aspecto emocional es el mayor enemigo de Chocolatito. Ahí radica el eje de todo este volcán de dudas. ¿Qué Román estará en acción ante Fuentes?.. El último panorama fue su nocaut ante Rungvisai y fue horrendo, de manera que las cicatrices parecen no haber sanado. Y es fácil deducirlo, se alejó del gimnasio de forma preocupante, eso lo empujó a rechazar posibilidades de regresar al ring en meses posteriores. Parecía que Román no quería saber nada de boxeo.

Sin necesidad de ser telépata, en la mente de Chocolatito podría existir cualquier idea menos colocarse los guantes para mostrar su talento. Y sino logra espantar ese “miedo” provocado por el golpeo del tailandés, su intensidad de pelea se verá mermada y por consiguiente, un rival cómodo se convertiría en un dolor de cabeza.

A la duda emocional, se suma su verdadera seriedad para meterse a entrenar y bajar el exceso de libras que llegó fácil a rayar en las 140 libras. Un Román con la cara rellena se pudo ver a finales de julio, pero el exceso de peso no sería tanto problema si hubiese mantenido actividad en el ring, el detalle es que después un año sin tirar golpes se pierden condiciones físicas, distancia y respeto por su oficio.

De manera que Román deberá exprimirse al máximo para marcar la categoría pactada, que dudo mucho haya sido 115 libras, porque aún ese peso será un calvario conseguirlo. El desgaste al que deberá someterse podría afectarlo.

Foto: Suministrada

Otra situación seria a considerar es la falta de un entrenador durante esta etapa de preparación, porque Gustavo Herrera, quien fue contratado para ser el hombre que dirija su combate ha estado concentrado con Cristopher Rosales González, que defiende su título 112 libras el 18 de agosto en Irlanda.

Román se trasladó de incógnito a California, Estados Unidos, desde hace dos semanas junto a su preparador físico Alfredo Corrales. No sé sabe si tendrá un plan serio de entrenamiento y la calidad de sus sparrings. Pareciera que el campamento de Chocolatito camina sin brújula.

De manera que, quien fue considerado el mejor peleador libra por libra del mundo, deberá primero vencer sus “miedos” y después quitarse de encima a un exponente que se cree será puro trámite.

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