Betulio González / Hace 42 años el venezolano se coronó campeón mosca AMB

| August 12, 2020 | 0 Comentarios/ Comments

Aquel 12 de agosto de 1978 había un ambiente de tensión en los alrededores de la legendaria Maestranza “Cesar Girón” de Maracay. El zuliano Betulio González intentaría una “Misión Imposible” ante el temible pegador yucateco Gustavo “Guty” Espadas, Campeón peso Mosca de la AMB desde hacía dos años, a partir de lo cual había sembrado el terror en la división gracias a su furiosa acometividad y fuerte pegada. Ahora bajo la tutela del promotor Ramiro Machado, el tozudo Betulio quería una tercera corona Mosca para su record, luego de haber roto relaciones con el polémico promotor Rafito Cedeño con quien terminó de mala manera.

Betulio venía de perder dos veces con el merideño, también de Yucatán, Miguel Canto. Pero aquel era un Maestro de la técnica, en cambio este era un destructor. Los maracayeros se veían intimidados por la fama de matón del mexicano que había defendido en múltiples ocasiones su corona logrando sendos nocauts en cada una. Betulio debía evitar el cambio de golpes con aquel hombre arrollador. No podía pararse a cambiar puños con él porque todo el que había osado hacer eso había terminado en la lona como el excelso estilista panameño Alfonzo López, quien le cedió el título mundial y después, como retador, volvió a caer por nocaut.

Era el poder de Espadas contra la preparación y los grandes deseos de Betulio. El público colmó la Maestranza con un nudo en la garganta. Pero contra lo que casi todos creían, Betulio no salió a boxear ni a evitar los cambios de golpes, sino que por el contrario, salió a provocarlos y a exponer. Era un suicidio. Así, no pasará del quinto round, pensaba gran parte del público. Los seis primeros asaltos, Espadas descargó todo su poder sobre la humanidad del venezolano quien, para asombro de la afición, aguantó y devolvió con fiereza el castigo. Era una pelea escalofriante; al venezolano no le esperaba un final feliz, si seguía así, creían en los graderíos. Betulio se exponía temerariamente.

Cuando llegaron al séptimo round, muchos habrían reventado los tensiómetros por aquella escalofriante batalla. Betulio guerreaba, sin embargo estaba abajo en las tarjetas. Pero los aficionados no pensaban en tarjetas porque aquella batalla no podía llegar al final de los larguísimos 15 rounds. Sin embargo, el sufrimiento apenas comenzaba. Betulio acercó la pelea cuando logró plantear el combate adentro. Espadas disminuyó el ritmo y comenzó a asomarse una posibilidad para el venezolano que llegaba con su eficiente “uper” de derecha que le había dado tantos triunfos.

Con un Betulio acercando la pelea apunta de guapeza y un Espadas que se batía como un león, llegamos a los dos rounds finales. Espadas atacó fuertemente al venezolano quien sintió el castigo aunque se defendía, una derecha del mexicano estremeció al venezolano quien buscó amarrarse; el réferi intervino mientras Betulio caía de bruces a la lona. Pánico en el público. Un conteo a estas alturas era fatal. Pero Tony Pérez no apreció caída. Betulio superó este round, pero faltaban todavía tres minutos fatídicos de aquella película de terror.

El célebre comentarista Carlitos González decía por televisión que Betulio debía agarrarse porque lucía sentido y Espadas venía a jugárselas todas. Así mismo fue. Espadas salió a comérselo y lo hizo trastabillar de esquina a esquina. Al público se le salía el corazón por la boca. Espadas iba al remate, Betulio contra las cuerdas, tenía las piernas flojas. Cambio de golpes. Betulio pegó una buena mano y paralizó a Espadas. Ambos disparaban sonámbulos. Sonó la campana. Puntuación de la pelea. El mexicano José María Escalante de México 146-146; Fernando Viso de Venezuela 148-144 por Betulio y el réferi boricua Tony Pérez 144-142 por el venezolano quien así se titulaba Campeó Mosca AMB. Hoy recordamos esta memorable pelea al cumplirse 42 años de su celebración.

(Fotos cortesía: editoreslasamericas.com)

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