Azumah Nelson destruyó al ídolo de multitudes

(Foto: Internet)

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Un dia como hoy en 1984, se enfrentaron el campeón mundial pluma del Consejo Mundial de Boxeo (C.M.B.), el puertorriqueño Wilfredo Gómez en ese entonces con marca (41-1-1-40 nocauts) y el ghanés Azumah Nelson con marca (19-1-14 nocauts), en el Estadio ‘Hiram Bithorn’ en San Juan, Puerto Rico.

Gómez venía de conquistar el título pluma al vencer a su compatriota Juan LaPorte, en una de las mejores demostraciones de su vida. Nelson había logrado una racha de seis victorias despues de una valiente derrota frente al méxicano Salvador Sánchez.

El combate no sería transmitido localmente, por lo tanto tuve que escucharlo por radio. Comenzó el combate y según la narración Gómez dominó los primeros dos as altos, pero resaltaban la fuerza con que Nelson lanzaba los golpes.

En el tercero Nelson ejerció más presión y en el cuarto asalto sucedió lo que no quería escuchar, un derechazo de Nelson colocó en malas condiciones a Gómez, el ghanés buscaba terminarlo, pero el puertorriqueño con sus movimientos que consistía en dar un paso hacía atrás e inclinar su espalda hacia atrás se quitaba la mayoría de los golpes.

El narrador describía la acción desde el quinto asalto hasta el octavo a ambos demostrando mucho ímpetu, el veterano Gómez con un boxeo más organizado y el joven Nelson algo desorganizado, pero lanzando fuerte y con más aire. Esa descripción no me agradó en absoluto, pues el ghanés era más fuerte al pasar los asaltos, solo rogaba por una buena mano de Gómez.

El noveno asalto ambos salieron agresivo y al fin lo que deseaba escuchar, una violenta derecha de Gómez que por primera vez Nelson reciente. El narrador describía a un Gómez con una ofensiva como fiera y un Nelson defendiendose como gato boca arriba. El puertorriqueño terminó bien el asalto, pero regreso a su esquina cansado.

En el décimo asalto Gómez decidió boxear a distancia para descansar algo, Nelson sabía que era más fuerte. Solo rogaba que Gómez lo toreara, el narrador insistía en el cansancio del puertorriqueño.

Llega el undécimo asalto, Gómez conectaba algunos golpes, pero mantenía su distancia y a mitad del asalto la mala noticia, Nelson conecta una tremenda recta de derecha que tambalea a Gómez y continúa con su ofensiva hasta llevarlo a la lona.

El narrador solo repetía que Gómez solo se levantó por valentía y un milagro solo lo salvaba. Nelson vino hacia el frente y con una tremenda combinación acabó al ídolo puertorriqueño.

Tenía 19 años cuando eso sucedió, me temía ese descenlace. Gómez confío en su veteranía, pero no entrenó de igual manera como lo hizo con Laporte y cavó su propia tumba. Nelson, en entrevista en los noticiarios del pais dias antes del combate, se observaba físicamente impresionante y eso rindió frutos.

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