A Luis Franco le robaron una pelea poco interesante

franco vs fortuna-andres pascual

La cartelera del viernes pasado en Oklahoma por ESPN-2, fue una de esas veladas que tienden a desilusionar a un público cada día más atento y preparado para calificar de exitosa la contienda entre fajadores, o entre un fajador y un exponente de la riposta (le dicen contragolpe), que no es precisamente correr.

Y hay que decantar criterios, la fajazón, como se estila desde siempre, no significa escasez de técnica, sino poder sobre el ring, porque un miura tiene que saber cómo golpear con efectividad y provocar errores para pegar por los huecos que deja la defensa del contrario al tirar, lo que pasa es que todo el mundo no está preparado ni dispuesto para intercambiar golpes durante 12 ‘rounds’, sin ningún tipo de misericordia ni con el oponente ni con su propia resistencia.

El cubano Luis Franco (derecha) es un exponente del cambio pernicioso que se le hizo en la Isla al estilo por la aparición de la máquina de puntuación: de fajadores, de peleadores que tiraban mucho, lograron un boxeador poco atractivo, que corre y deja pendiente la cartilla al desechar movimientos y golpes obligatorios para ser más interesante y mejor en los pleitos.

Entonces no trabajan el ‘waving’ o movimiento de torso, ni el ‘side step’, ni los ‘upper’, dejando todo el caudal técnico subordinado a la carrera desenfrenada que les ponga lejos del intercambio y apostando a la ruptura de la inercia para colocar al perseguidor en franca desventaja si lo persigue y pierde el balance (le ocurrió a Donaire) con consecuencias nefastas para poder evitar el castigo y colocar sus golpes.

Porque desconocen la historia del boxeo, incluso el castrista hasta hace 20 años, los fanáticos cubanos de hoy se arriesgan y llaman a ese estilo sin brillo ‘exquisita técnica’, sin tomar en cuenta que en Cuba, ahora mismo, se alzan voces en prensa, radio y televisión que llaman a dejar de correr y a tirar, a fajarse, como la del propio Félix Savón, o la del preparador de la selección de la tiranía.

http://www.elnuevoherald.com/2013/06/08/1495480/afirma-que-cuba-debe-depurar-su.html

Pero a Franco le robaron la decisión con ayuda de la prensa, que se desvivió en elogios por un boxeador que no sabe qué hacer cuando lo mueven y lo primero que deja olvidado en el camerino es la puntería, por la forma como extravía la distancia en ‘infight’ o en media corta.

De la riposta a la fajazón llevó el control de la acciones el cubano que, sorpresivamente para muchos, hasta colocó los mejores y más precisos ‘power-punchs’, asimilando fácilmente los pocos que le tiró el dominicano.

El ‘Abejón’ (izquierda) no es un portento, es un boxeador del tiempo actual que tuvo una faja porque existe un rosario de títulos bochornosos en el pugilismo.

El colmo fue que el anotador de ESPN-2 le dio un solo ‘round’ al cubano, cuando en realidad obtuvo 7 con uno tablas.

Tener pegada es una cosa, noquear otra, para decidir por anestesia hay que saber boxear y pegar como Dios manda o, cada vez que se mueva un poco el contrario, a lo más que se puede aspirar es a lo que pasó el viernes en Oklahoma, que le regalen una tabla indecente, porque al ganador que todo el mundo vio le manejan con muchas menos posibilidades de proyección estelar, aunque, como sucedió, conceda dos libras más porque el dudoso fenómeno no daba el peso en 126 y fue necesario llevarla a 128.

Ni a la cañona Javier Fortuna puede incluirse entre los grandes peleadores de hoy.

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