31 años después, se reencuentran ex campeones mundiales Zamora y Hong

Poncho Zamora y Soo Hong, compartieron sus vivencias en compañía de sus señoras esposas.

Tuvieron que pasar 31 años para que los ex campeones mundiales Alfonso Zamora y Soo Hwang Hong, se reencontraran. Antes rivales arriba del ring, y hoy grandes amigos, los ex boxeadores rememoraron en una amena charla sus dos confrontaciones, además de otras anécdotas, donde el púgil mexicano salió victorioso en ambas riñas por la vía del nocaut.

Fue en octubre de 1988 en una Convención del Consejo Mundial de Boxeo celebrada en la Ciudad de México, cuando Zamora y Hong se vieron por última vez.

Un caluroso abrazo fue el momento que marcó su reencuentro, teniendo como testigo sus señoras esposas, posteriormente compartieron los sagrados alimentos en reconocido hotel muy cercano al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Zamora y Hong, son grandes amigos abajo del ring.

“La amistad nació a punta de madrazos (sic)”, expresó de forma emotiva Alfonso Zamora, de 65 años de edad, cuando se le preguntó del cómo nació su afecto con el sudcoreano Hong.

“Mi primera pelea contra Soo Hwang Hong fue en el Fórum de Inglewood, en Los Ángeles, California. Fue el 14 de marzo de 1975 ganando por nocaut efectivo en el cuarto round. Hong era el campeón del mundo de peso gallo de la AMB y se lo gané”, recordó Alfonso de 65 años, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Munich, Alemania, 1972.

Ya como campeón del orbe, el mexicano realizó cuatro defensas de su cetro. En su siguiente defensa se vio de nueva cuenta las caras ante Soo Hwang Hong, pero esta vez, la defensa del título sería por demás complicado ya que visitó la casa de quien había victimado.

El sudcoreano Hong y Zamora, fueron dos grandes campeones mundiales.

“La pelea de revancha fue en Incheon, Corea, en octubre de 1976. Fue una pelea fuerte. Hice una de mis mejores preparaciones de mi carrera. Fue una guerra sin cuartel. Ganamos por nocaut en doce rounds. En aquellos años las peleas eran a quince rounds”, explicó.

El sudcoreano Soo Hwang Hong, con 69 años de edad, intervino y recordó que en esa segunda riña– según su consideración- se tornó muy pareja y que tenía los argumentos de seguir combatiendo.

“Octavio Meyran (réferi mexicano) paró la pelea. Yo sentía que aún podía pelear. La pelea estaba pareja. Por la decisión del réferi, la gente desaprobó su decisión y se hizo una gran polémica”, comentó el sudcoreano, quien además fue campeón de peso supergallo de la misma WBA.

Ambos púgiles posaron en guardia con sombreros de charro.

Una vez finalizado la reyerta, se vino uno de los momentos más amargos para Zamora en su carrera boxística.

“Después de la pelea la gente no nos dejo bajar del ring. Fue un momento trascendental e inédito. Mi mamá estaba en ring side con una maleta de dinero de cien mil dólares que fue mi pago. Imagínate, estaba cansado, sediento, sin tomar agua y débil, ¡estuvimos arriba del ring como ocho horas!”, rememoró.

Soo Hwang Hong reveló que formó parte del ejército de su país, lugar donde entrenó la difícil disciplina del boxeo. Con su esfuerzo se convirtió en retador al título del mundo de peso gallo de la WBA, que poseía el sudafricano Arnold Taylor, a quien derrotó en su propio país por decisión en quince fragorosos rounds.

“En Corea del Sur es obligatorio ser parte del ejercito por tres años. En mi etapa en el ejército, el presidente de la República de Corea del Sur, me dio un permiso especial para poder disputar el campeonato y viajar a Sudáfrica. No defraudé y gané el campeonato del mundo”, declaró, pero cuando enfrentó a Zamora en Los Ángeles, y perdió el cinturón “tuve un castigo de diez días de arresto en el ejército por esa derrota”.

 Hwang Hong informó que además de ser presidente de la Comisión de Box de su país, también se dedica a dar clases de boxeo a personal del ejército, alumnos de escuelas y universidad, así como a trabajadores de grandes empresas como Samsung, LG,  Hyundai.

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