Salvador Sánchez, el inmortal de los inmortales. 26 de Enero 1959 – 12 de agosto 1982
Salvador Sánchez, junto al promotor estadounidense Don King.
Reportaje especial
La leyenda de Sal Sánchez empieza cuando en camino a la escuela otros niños en su tierra natal de Santiago Tianguistenco le gritaban. Chava… la, pero pronto infundo respeto por su mano pesada. Sal no pensaba en el boxeo, su pasión era la lucha libre y su ídolo era, “El Mil Máscaras”.
Pero un día acompañó a su amigo José Torres al gimnasio y se apuntó como un alumno más del padre de José y con 5’ 7” era más alto que la competencia en categoría gallo.Su boxeo era elegante con un estilo más a la defensiva en la distancia, hasta cuando retrocedía sus disparos aterrizaban en el blanco deseado.
Sin tener el atributo del toque clásico de los artistas del cloroformo, mermaba la condición de sus adversarios, por lo regular terminaba sus peleas fresco y sin huellas visibles de golpes en el rostro, se manifestó de inmediato su porte sereno, calculador y original que no pasó desapercibido por su descubridor que lo recomendó con el manejador profesional Agustín Palacios. Como amateur logró 10 triunfos todos por la vía del sueño y se entrenaba en el gimnasio capitalino: “Los Avenida”.
A los 16 años hizo su debut en el boxeo de precio, en esa época; Salvador como buen hijo, ayudaba a su padre Felipe atendiendo el negocio de venta de materiales de construcción.
Se casó al parecer por compromiso con Gloria Moreno, pero el matrimonio se anuló y nunca hicieron vida por diferencias entre los padres de ella y Salvador. Su verdadero amor fue Teresa Mendoza, con ella tuvo dos hijos: Cristian y Omar.
En su debut en Veracruz desboronó a su contrincante de nombre Al Garduño el cual probó el tapiz en 3 tandas para no dar más batalla.
Perdió contra Antonio Becerra por decisión en Mazatlán, después empató con Juan Escobar en Los Ángeles.
Pero la “prueba de fuego” fue cuando se enfrentó con el monarca pluma CMB Danny “Coloradito” López que visitó la lona en 13 rondas y no se quiso quedar con la espinita y pidió la revancha que Don King pronto promovió ganando otra vez Sánchez por cloroformo en 14 asaltos, “El Coloradito” en reconocimiento a su valentía le regalo el penacho de indio que usaba en todos sus pleitos.
Sal tenía otra prueba más que lidiara contra el monarca supergallo ídolo de Puerto Rico, Wilfredo Gómez, quien llego a la tarima del Caesars Palace con palmares de 33 peleas 32 de ellas por la brecha corta. El evento fue titulado “La batalla de los pequeños gigantes”.
Gómez que había prometido un nocat antes del sexto, fue superado para alturas del octavo asalto. El réferi Carlos Padilla le evitó castigo extra. La victoria de Sánchez fue de total locura para los fanáticos.
Su última pelea en la “Ciudad de los Rascacielos” (Nueva York, Estados Unidos) ante Azumah Nelson al cual derrotó por la vía del sueño en 15 rondas.
La noticia de su fallecimiento se regó como pólvora, se decía que se estrelló al tratar de rebasar un pesado camión con remolque, con un Porche a una velocidad de 200 Km. por hora en el camino “Ojo de Agua” en ruta de San Luis Potosí.
Sal estaba entrenado en el gimnasio del pueblo de San José Iturbide Guanajuato para su pelea revancha contra Azumah Nelson y fue a Querétaro por unas bocinas de sonido que había encargado con anticipación, las bocinas no estaban listas y Salvador decidió visitar unos amigos con los que estuvo varias horas, cosa curiosa es que el señor Guillermo Tapia comenta que el entrenador de Salvador, de nombre Enrique Hernández por lo regular lo acompañaba a todos lados, pero por ironía del destino ese día fue solo.
Si algo se le sabía al excampeón pluma era su gusto por los carros veloces, tenía en su colección 8 carros deportivos y una motocicleta, le fascinaba de sobremanera el vértigo de la máxima velocidad… y tal pasión lo guió hacia el umbral sin retorno.
Muchos negocios no abrieron sus puertas para guardar luto, el funeral fue televisado en vivo en México y otras áreas de Latinoamérica, hubo entrevistas a sus allegados y sus peleas fueron recordadas.
En Tianguistenco se lleva a cabo desde hace 20 años un festival en su memoria y Wilfredo Gómez ha sido el mariscal en 3 ocasiones en honor al que en vida fuera su verdugo, tal gesto de caballerosidad y deportismo se le aprecia por toda la familia.
Infinidad de simpatizantes de todas partes del mundo escoltaron el cortejo fúnebre desde la parroquia: “Santa María Del Buen Suceso”, (donde también fue bautizado hasta el camposanto donde sería su última morada. A nadie le importaba mojarse con la lluvia menudita que caía del cielo… porque sus almas estaban ya inundadas de tristeza, pena y mucho dolor.
Sal tocó muchos corazones por su carismática personalidad y su recuerdo perdura fresco en muchos fanáticos en especial los que estuvieron con él cuando derrotó a Juan Laporte en el Coliseo de El Paso donde hizo muchas amistades, como el señor Manuel Mancera que asiste cada año al aniversario de su muerte, Mancera abrió el gimnasio Salvador Sánchez por la calle Ugarte de Ciudad Juárez en honor a quien en vida fue su compadre.
Julio Sánchez, quien tiene increíble parecido con su hermano fallecido, le siguió los pasos en el boxeo en categoría welter, pero sin mucha suerte. Sal ganó todas las 10 peleas campeonato pluma. Defendiendo la corona 9 veces.
A la fecha es considerado por muchos el mejor pugilista en toda la extensión de la palabra si la báscula no fuera obstáculo. Su madrecita María Luisa Narváez fue invitada para que participara en la propaganda para un museo en honor a su hijo tan idolatrado que aún su memoria vive en el subconsciente de todos los amantes del mamporro que admiraron su magia en el cuadrilátero.
Foto: José Vázquez