Round 12 con Mauricio Sulaiman: Entre criticas y analisis
Por Mauricio Sulaiman hijo de Don Jose Sulaiman-Presidente del WBC
Tras una semana de la pelea que puso fin a la rivalidad deportiva entre El Canelo y GGG, y luego de analizar las reacciones de los aficionados y de los medios de comunicación he tratado de poner mis pensamientos en orden; me salí del ring para ver las cosas desde afuera y así entender los muchos comentarios acerca de este combate.
El boxeo es único en muchos aspectos; lo que sí, es que la crítica del aficionado es la más estricta y severa de todos los deportes. Casi todos hemos jugado al futbol, cuando menos una cascarita en la escuela, basket, tenis, beisbol o futbeis, o cualquier modalidad de El Rey de los Deportes, vóley, y una infinidad de otros, pero ¿cuántos hemos boxeado? No se puede jugar al box, así de sencillo.
REALIDAD.
Gennady Golovkin ante Saúl Canelo Álvarez fue menos espectacular de lo que se pronosticó (Foto: Especial) y eso que no tienes enfrente a alguien queriéndote arrancar la cabeza.
¿cuántas veces escuchó a mis propios amigos gritar a un boxeador que tire golpes y que tantas cosas más? Ya me gustaría verlos ahí arriba, les respondo en plan de broma.
Dentro de mi análisis, tomé algunos deportes para entender el por qué cuando una pelea es más técnica y táctica, en vez de ser de choque y de grandes emociones, causa que el público se decepcione.
Veamos al futbol americano, la NFL y el famoso Super Bowl. Este juego es la culminación de una temporada, donde 32 equipos buscaron ser campeones. En ese juego está todo sobre la mesa; el ser campeón, ganar dinero extra y tener la gloria de por vida al obtener el codiciado anillo. Millones de personas esperan ese día con gran entusiasmo por todo un largo año, familias y amigos se reúnen, parrilladas, chile con carne, nachos, alitas, cerveza, tequila, disfraces y toda una gran fiesta… Todos esperamos ver un juego lleno de emociones y que se generen memorias de por vida.
Veamos algunos resultados de los Super Bowls:
2021. Tampa Bay 31-9 Kansas. Un juego en el que se esperaba ver la explosividad de Pat Mahomes y como rival de Tom Brady. Resultó un juego fácil para los Bucs, la defensiva dominó y así se coronaron los Buccaneers.
2019. Patriotas 13-3 Carneros. Otro juego dónde se esperaba que la ofensiva de Los Ángeles explotara como lo hizo toda la temporada, mientras que se pronosticaba que Brady y los Patriotas anotaran muchos puntos con jugadas espectaculares. Pues no, ganó la estrategia, dominó la defensiva, y aunque el juego siempre estuvo al alcance de los Rams, fue uno que no hubo emociones altas para quien goza de ver anotaciones y jugadas espectaculares. Brady hizo lo necesario para ganar sin arriesgar nada.
2014. Seattle 43-8 Denver. Recuerdo perfectamente cómo los Broncos eran los grandes favoritos con Payton Manning como mariscal de campo, pero, ¿qué pasó? La defensiva de Seahawks los nulificó y los apaleó en un duelo que para la segunda mitad ya estaba definido el destino y el resultado era inminente.
Estos son tres ejemplos, créanme hay muchos más Super Bowls que resultaron ser muy diferentes a las expectativas que los aficionados utilizaron antes del juego.
Todos quisiéramos vivir las emociones como cuando Brady regresó de un 28-3 a medio tiempo para ganarle a Atlanta en tiempo extra, o cuando Philadelphia dio la sorpresa y venció a Patriotas, de Brady, en un juegazo; Creo que el punto está claro. Las expectativas creadas por la emoción del aficionado y de los mismos medios de comunicación son tan grandes que el mismo evento muchas veces no logra llegar a cumplirlas.
En el béisbol, la Serie Mundial es la culminación de una larga temporada de 162 juegos de cada equipo. Se enfrenta al campeón de la Liga Nacional contra el de la Americana, así como en el Súper bowl; todos tenemos la esperanza de ver juegos cerrados, llenos de emociones, de jonrones, de atrapadas espectaculares, y obviamente, que se defina hasta el séptimo juego, pues en este deporte la Serie Mundial la gana el equipo que venza en cuatro juegos en dicha serie Todos quisiéramos ver un séptimo juego y que termine con un jonrón con casa llena en la última entrada, con la cuenta de tres bolas, dos strikes y dos outs.
En los últimos 30 años, la mitad de las Series Mundiales han terminado en cuatro juegos a cero o cuatro a uno. ¡La mitad! O sea que se han definido fácilmente, demostrando la superioridad de un equipo sobre otro.
¿Qué tal el Mundial de futbol? Francia 3-0 Brasil (Francia 1998), Alemania le ganó 1-0 a Argentina, con un penalti de último minuto (Brasil 2014), o Brasil le ganó a Italia en penales después de un aburrido 0-0, en Estados Unidos 1994 .
Creo que mi punto ha sido ya establecido. Las expectativas de los aficionados, alimentadores por la gran cobertura mediática de un gran evento, genera sueños y expectativas que no siempre se logran cumplir en esos eventos magnánimos.
Las expectativas de los aficionados, alimentadores por la gran cobertura mediática de un gran evento, genera sueños y expectativas que no siempre se logran cumplir en esos eventos magnánimos.
Saúl Canelo Álvarez ganó la tercera pelea ante Gennady Golovkin, por clara decisión unánime, y en general, dominó por completo al kazajo. GGG en realidad hizo muy poco en los primeros siete u ocho rounds. Canelo lo dominó por completo y ganó todos esos rounds, sin duda alguna. Álvarez hizo lo necesario para ganar, y así como Tom Brady no tomó ningún riesgo innecesario, pues su estrategia aumentó y anuló a GGG. Así de sencillo fue una pelea mucho más técnica y táctica que las otras dos.
El problema está en que la promoción “vendió” al público una guerra, una pelea emotiva en la que ambos saldrían a golpearse sin piedad. Canelo dijo repetidamente que lo iba a noquear y lo iba a retirar; GGG insultó al mexicano en múltiples ocasiones. Como ellos habían peleado ya 24 rounds muy buenos con buena acción, pues todos esperábamos que sus palabras se cumplieran y que se vería una guerra de boxeo de ataque.
El boxeo es de estilos y de estrategia. Golovkin no se prestó durante muchas rondas a que se diera la pelea de choque, y es por eso, que la pelea tomó ese rumbo. GGG cerró fuerte, atacó y tuvo éxito ante un Canelo que lució cansado, cortado de una ceja por un cabezazo, y además, con una mano lastimada que va a requerir operación. El final llegó y el mexicano cerró este capítulo con una victoria clara y contundente, tras una pelea técnica, no emotiva.
Julio César Chávez nunca habló, nunca respondió a los ataques de sus rivales, como Edwin Rosario, Macho Camacho o Greg Haugen. Él subía al ring y con sus puños los callaba y los vencía. El día de hoy vivimos una era diferente en la que muchas veces, los promotores y los mismos boxeadores encienden las redes sociales para causar expectativas ante el público y así promover su evento.
Canelo tomará un merecido descanso, se operará su mano y seguramente regresará el próximo año para seguir poniendo a México en lo alto. Álvarez sencillamente es el boxeador más importante del mundo y siempre pone su bandera por delante. ¡Felicidades, campeón!
CONTUNDENTE. Julio César Chávez derrotó al bocón de Greg Haugen, en el Estadio Azteca, en 1993 (Foto: Especial)
¿Sabías que…?
Se han dado una buena cantidad de peleas que, así como Canelo vs. GGG III, no cumplieron con lo que se esperaba. De la Hoya contra Trinidad; Mayweather vs. Canelo, Mayweather vs. Pacquiao, ¿qué otra recuerdas tú?
Anécdota de hoy
Escribo esta columna aquí sentado en casa de mis primos Gil y Nancy, en Monterrey. Estamos en la tornaboda después de una celebración preciosa de la unión de su hija, y su ahora esposo.
¡El buffet de comida típica del norte es una locura! Asado de puerco, chicharrón en salsa verde, frijoles con veneno (manteca), deshebrada y barbacoa de res; todo con gorditas, tortillas de maiz y harina. ¡Cómo gozaba don José visitar su “rancho”! Mi abuelita materna, Baldremina, esperaba los días para que llegaran mis papás a Cd. Victoria para cocinarle. “Señora, ¿me puede servir ese asado de puerco tal y cómo usted lo prepara? Esa tortilla puesta en el plato y encima el asado de puerco, para al final comer la tortilla toda remojada en la grasita. Obviamente empezaba con una y al final… ¡eran seis o siete tortillitas!
POR MAURICIO SULAIMÁN
PRESIDENTE DEL CMB
@WBCMORO