
Andrew Boyers
ARIEL VELÁZQUEZ
Oleksandr Usyk no necesita entrar en negociaciones. A él vendrán a buscarlo. El campeón indiscutible de peso pesado puede elegir, y lo sabe. Tras derribar a Daniel Dubois en cinco asaltos frente a más de 90 mil personas en Wembley, el ucraniano se fue del estadio sin prisa, sin necesidad de explicar qué viene después.
“Primero, descansaré”, dijo con su tono siempre calculado. La disciplina ya ha hecho su trabajo: le dio la gloria, los cinturones… y el control absoluto de su destino.
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