El WBC Boxing Grand Prix ha marcado un antes y un después no solo en el boxeo, sino en el deporte en general, al convertirse en el primer campeonato mundial de boxeo por eliminatorias de la historia.
Organizado por el Consejo Mundial de Boxeo (WBC), el torneo ha estado lleno de innovaciones desde su primera etapa. Se implementaron nuevas reglas que han revolucionado la forma en que se vive y se juzga cada combate: el sistema de Open Scoring en el segundo y cuarto round, un método de desempate en caso de empate tras tres asaltos, aviso sonoro 30 segundos antes de que finalice el round, repetición instantánea, entre otros ajustes pensados para mejorar la transparencia y la emoción.
Uniformes con identidad nacional
Pero los cambios no se han limitado al reglamento, uno de los detalles más visuales y simbólicos ha sido el diseño de uniformes especiales para esta primera edición. En las etapas anteriores, los peleadores representaron sus esquinas con trajes distintivos: una esquina vestía de verde y la otra de blanco con dorado, reflejando los colores emblemáticos del Consejo Mundial de Boxeo (WBC).
Sin embargo, su excelencia Turki Alalshikh propuso ir un paso más allá y darles aún más identidad a los participantes. Por ello, para esta tercera etapa del torneo, se han creado nuevos uniformes personalizados para cada país de los peleadores restantes en competencia.
El objetivo es claro: que cada boxeador, desde el momento en que pisa el ring, se sienta único y orgulloso de lo que representa. Los uniformes, especialmente los shorts, han sido diseñados con elementos que reflejan la esencia del peleador, sus raíces, su historia y, sobre todo, su país.
Más que vestimenta, se trata de portar una bandera, una cultura, y la pasión de quienes han soñado toda la vida con dejar su huella en el ring.