Los números del PPV: El enemigo oculto de Canelo Álvarez
Si todo ocurre bajo ese guion anunciado, pero aún no confirmado, el 18 de septiembre contra Caleb Plant, Saúl ‘Canelo’ Álvarez, exactos tres años después, volvería a encabezar una cartelera pura de PPV en Estados Unidos. La última fue el 15 de septiembre de 2018 contra Gennady Golovkin. Esa noche, aproximadamente, se vendieron 1,100.000 PPVs. Luego el tapatío firmó un contrato con DAZN donde cada una de sus peleas se comercializaría por suscripciones.
El pasado 19 de diciembre, como lo veremos en este video, hubo un PPV ‘mentiroso’ de DAZN sobre el cual no se reportó ni éxito ni fracaso. La pelea del 18 de septiembre sería promovida por PBC, Canelo podría cobrar la mayor bolsa de su carrera y en los hechos significa una enorme apuesta en la atracción mediática exclusiva del mexicano. Tenemos claro que, en términos de convocatoria, su rival estadounidense (Plant) no existe para el gran público. Y es aquí donde comienzan los posibles problemas o mejor dicho el verdadero desafío de Canelo: su pelea contra los números.
Una pelea que ya la perdió Terence Crawford, la está perdiendo por KO Gervonta Davis y corre serios riesgos incluso, el mismísimo Manny Pacquiao. Algo que veremos en este video, precisamente. Los pobres números de Crawford ante el incongruente entusiasmo de Bob Arum rumbo a su próximo PPV (ante Porter); los pobres números ‘mal anunciados’ de Gervonta Davis contra Mario Barrios; las razones para imaginar una venta a la baja de Pacquiao vs. Spence, el factor Oscar de la Hoya vs. Vitor Belfort como ‘piedra en el zapato’ para Canelo vs. Plant y lo que debemos esperar de la comercialización de esa pelea.
Junto a ese análisis a fondo y sin filtro, también les hablaré sobre lo que imagino sean las verdaderas intenciones de DAZN con esa pelea, ‘cedida gentilmente’ al negocio de PBC, un competidor. ¿Qué camino pretende tomar con Canelo la plataforma DAZN según el resultado de ese PPV? Les tengo la respuesta en el video, junto con un panorama total del momento del negocio, en esa forma de comercializar boxeo, post-pandemia y en pleno auge del streaming bueno y también ‘el malo’.