

Por Jaime Estrada
Fotos Jorge Najera
Sin lugar a dudas el morbo juega un papel fundamental en las comparaciones en las peleas de boxeo de impacto, es tanta la adrenalina, que los fanáticos sacan punta a su lápiz y ponen el corazón por delante para apoyar un favorito, y si todo puede pasar en el ring porque en el boxeo no existe el enemigo pequeño.
Dicha la aclaración, el próximo 13 de septiembre Saúl Álvarez se prepara para exponer sus diademas súper medianas ante Terence Crawford con los momios quizá ligeramente a favor del tapatío (2-a-1) no sólo por ser el campeón a vencer, sino porque sin lugar a dudas, sigue siendo la cara del boxeo, aunque muchos no estén de acuerdo.
Desde mi trinchera daré mi pronóstico que en realidad no es ilógico, pues es compartido por todo experto con la cabeza fría, porque Canelo es el más sólido en la categoría de las 168 libras, sabiendo que Crawford a pesar de saber que si es un guerrero a prueba de fuego viene de peso welter y al subir al elevador de las 154 libras si logro el triunfo, pero no se vio tan dominante ante un contrincante ordinario, por lo tanto al aumentar 20 libras para su compromiso contra Canelo imagino que perderá velocidad y los reflejos que lo clasifican, eso puede ser veneno puro, ya que tendrá que liderar con la constante presión de Alvarez que sabemos que tiene una guantada de patada de mula que puede marcar la diferencia.
Pero claro, no soy adivino para leer el puño, es simplemente mi opinión al respecto, basado en las ventajas y las contras de ambos protagonistas que serán la excusa del fin de semana para celebrar en grande la Independencia de México en el Allegiant Stadium de Las Vegas. Y recuerden que no habrá desvelada, ya que no será velada, sino tardeada a pleno fuego del señor sol, a eso de las 4 de la tarde. Esperemos que sea una pelea épica, como diría un ciego, ya veremos.
