¿ES UN “PONTE DE ACUERDO” PAGADO CONTRA HAYMON?
Por Andrés Pascual
Un “presentador deportivo” de una de las dos cadenas de billete americano y ambiente mexicano del país, de nombre Pedro, acento azteca y voz rara y chillona, dijo, en la edición de las 5 p.m de hoy que: “la pelea entre Kirkland y el Canelo había limpiado la cara del pugilismo”, siempre hago esta pregunta ¿Por qué es posible escuchar “confesiones” como esa? Aunque no tienen chispa ni para encender un cigarro, TAMPOCO creo que le haya salido del poco conocimiento del deporte que se aprecia.
Yo no lo censuro porque no sepa, no es delito y muy común que, entre cadenas de radio y de televisión poltizadas, o entre diarios de grandes y menos grandes ciudades paraísos de comunistas como Miami, Nueva York, Baltimore, Chicago, Los ÁNGELES… campeen por su respeto lo peor intelectualmente EN TODO, sino por la monumental falta de respeto al televidente que fue.
Ese cretinismo hipotecado hay que evitarlo en la sintonía o nos vende a Obama como al propio Jesús de Nazaret, a Álex Rodríguez como a San Lázaro y a la Raza como al grupo de Apóstoles ampliado. A pesar de que saben muy poco sobre la materia son peligrosos, porque, como sea, penetran la actividad que tanto denuncian y critican cuando otros la practican con más fundamento y razón, “mezclar el deporte con la política”, para enviar “el mensaje” que quien les paga quiere imponer y quien les pague, quien sea, por lo general tiene un concepto ambivalente de lo ético a su favor.
Estos espadones abusan del terreno fértil que es la libertad de expresión americana para constituirse en legiones de odio, que reparten su bilis lo mismo contra EUA, contra el capitalismo, contra la religión, que contra lo cubano autóctono…
Inmediatamente después de “su emotiva declaración”, otro presentador del canal, esta vez dominicano, procedió a entrevistar a Óscar de la Hoya, a quién le hizo un par de prerguntas de rutina sin ningúna arista interesante, porque el ex boxeador está cansado de explicar por qué decidió seguir en el deporte como promotor…etapa de su vida posible gracias al capital que amasó durante sus años activos, en que vendió más en un día la imagen del SUEÑO AMERICANO cumplido que le fabricaron, que todo lo que obtuvo por boxear, ligado a una historia melodramática de niño que perdió a su madre y es buena gente, a pesar de nacer y criarse en uno de los 3 barrios más peligrosos del país, el EAST L.A.
Quien esté al tanto de la actividad legal del 3er GOLDEN BOY de la historia americana, sabe que el cartel del Canelo lo promovió Óscar parcialmente, mientras, el de May jr y Pacquiao corrió a la cuenta de Arum y de Haymon.
¿Acaso no observó “el presentador”, el mismo sábado por la tarde, la cartelera por televisión abierta (CBS), desde Hidalgo, Texas? Por lo visto no, o es tan fiel y parcial a esquinas en nada neutrales que llegó al extremo de catalogar la pelea del Canelo como “capaz de lavar el rostro del boxeo”; a propósito, ninguna pelea ni ningún programa puede lavar ni las manos del juez o del referí que compre la promotora para que le levanten la mano al que nadie vio ganar, o del cronista para influir en la fanaticada, que es lo que aparenta el caso que describo y comento. Todo muy parecido a “la pelea del siglo” o “el combate que decidirá el futuro del pugilismo”.
Estas salvajadas, esta facilidad que tienen para reducir más su autoesdtima en pro del ridículo total son comunes, porque la decadencia y la incompetencia licenciada ajustada a cánones que nada tienen que ver con el deporte, campean por su respeto.
La pelea que cerró el programa de Texas entre Figueroa jr y Ricky Burnt, categoría junior welter, al modo mío de analizar el año hasta hoy, ha sido la más ferozmente disputada, leyó bien, del AÑO, no del siglo, que no acostumbro asumir el ridículo como castigo por ningún pecado; además, fue promovida por WARRIOR, del cubano-americano Luis de Cubas II, trabajando con Haymon en pro de levantar la moral y el beneficio atlético de un deporte tan desprestigiado que, si no aparecía el FANTASMA en el horizonte, se acababa, por lo mucho más que generosas dosis de indecencia y de deshonestidad, gestoras de la pérdida de la confianza y la credibilidad en una disciplina que vale mucho más que toda la pandilla de gansters que han intentado liquidarlo para enriquecerse.
Tal vez usted conozca que Óscar demandó a Haymon por violación del Acta Alí y por monopolizar el boxeo profesional; sin embargo, nunca habla de la acusación que tiene pendiente en una corte miamense, porque, detrás de ese “elegante y preocupado ex boxeador”, habita un pirata que le escamoteó al propio Canelo a ALL STARS, de Tutico Zavala.
Hay que tener la cara dura para acusar por un delito ajeno en el deporte al promotor que, por alguna razón, todos lo quieren como apoyo, mientras se espera el desarrollo legal por un delito de piratería humana en el campo deportivo profesional, caso vinculado al Canelo como mercancía.
Óscar de La Hoya de caballero ni la “c”, por mucho que se empeñe se le sale lo del “barrio”.