El resultado es lo de menos: GGG contra Murata y luego adiós
La noticia, que ha ocupado gran parte de las primeras planas, sobre las negociaciones en curso para una pelea de Gennady Golovkin en Japón contra Ryota Murata en la víspera de año nuevo, son una verdadera ‘declaración de intenciones’. La idea huele a despedida, huele al último batazo de GGG antes de una muy bien remunerada jubilación.
No por un acaso Eddie Hearn puso el grito en el cielo y reclamó por lo que considera una traición. No es para menos. Desde que firmó el millonario contrato con DAZN, el kazajo parece un gemelo de Canelo: ‘se los ha desayunado y almorzado a puro cuento’. Steve Rolls, Sergiy Derevianchenko y Kamil Szeremeta, apenas, han sido sus rivales. Y conste, Murata es en parte de Top Rank, nunca de DAZN.
La noticia sobre la gestión en curso ha sido reproducida y repetida en cuánto sitio de boxeo uno se pueda imaginar. No obstante, son pocas las reacciones donde se analiza el contexto y la repercusión que tiene la osada fecha elegida para una próxima pelea de un campeón mundial que ‘en teoría’, tiene responsabilidades con su público, con la empresa que le paga millones de dólares y con el organismo que sanciona ese título que ostenta. Por eso lo del título: ‘se le fue la mano a GGG’.
En este video analizamos y les explicamos esa afirmación. Como siempre, sin filtro y directo al grano.