Oleksandr Usyk y Deontay Wilder.
ENRIQUE MELLADO
Oleksandr Usyk decidió dejar vacante el título de la Organización Mundial de Boxeo (WBO) y de esta forma dar de lado a un combate contra Fabio Wardley, aunque esta decisión implicara perder la condición de indiscutible. No era el combate que él buscaba a continuación.
Es la cara del boxeo, un peso pesado de época y Wardley ahora mismo carece del pedigrí y la popularidad que le interesa en su próximo contrincante.
(Lea el artículo completo en el siguiente enlace:)
El próximo gran combate del peso pesado ya está en marcha
