BUEN TRABAJO DE VERDEJO; CRAWFORD NOQUEA A LUNDY EN EL 5TO
Por Andrés Pascual
Si le pone la cara de Chocolatito González a una foto entre Crawford y Verdejo, posiblemente estemos ante el trío dorado de la actualidad boxística…
A no dudarlo, los 3 boxeadores de clase superlativa (Verdejo una promesa), para el boxeo de ahora mismo que, por señales evidentes, está “matungo.
Yo estuve preocupado, no en si ganaba Félix Verdejo (20-0, 14 KO’s), sino en cómo, en observar la forma de su mano operada, si la podía utilizar como jab para mantener distancia y para golpear con fuerza y si podía matenerla en acción, sin dolor ni miedo a revertir la fractura; al modo mío de verlo, pasó la peligrosa prueba contra el carioca William Silva en el MSG de Nueva York, a la distancia de 10 asaltos. Verdejo estuvo convincente, el nocao sale, no siempre se puede, además, lo que importa es ganar.
Silva (23-1, 14 KO’s) que navegaba tranquilo exhibiendo un invicto ganado sin sudar mucho contra oponentes de poco o ningún valor de mercado, cedió su inmaculado casillero sin derrotas ante un peleador que lo superó en hambre, en técnica y en clase profesional absoluta: Verdejo jabeó para mantener la distancia, para abrirle camino a la derecha y para conectar con fuerza con su mano izquierda, incluso golpeó con brillantez y elegancia uno-dos abajo y arriba con la zurda.
El muchacho está bien manejado, no lo apuran ni lo explotan. El pleito fue por uno de esos falsos cinturones de hoy, el Latino de la OMB división ligera. Las tarjetas de los magistrados cerraron con una verdad primorosa: de manera unánime y dos jueces 100-90 y el otro 99-91.
La estelar fue la exposición del invicto y de la faja welter junior de Terrence Crawford (28-0, 20 KO’s) ante Hank Lundy (26-6-1, 13 KO’s), que tuvo hambre, que cabeceó, que a veces llegó con uno u otro golpe a la cara del campeón, hasta que, a los 2:09, el monarca lo derrumbara definitivamente, no sin antes recibir un knockdown y, en cuestión de segundos, otra ráfaga obligara al referí Steve Willis a parar un combate que, desde el final del 4to, presagiaba un nocao en poco tiempo de actividad.
Un programa de primera, Crawford y Verdejo exhiben el “old style” con diferencias, de manos arriba, fríos y calculadores, sin ceder la clase a la payasería ni al trabajo chapucero por la indiferencia ante el respeto al contrario y al público. Raro, la cartelera concluyó antes de las 12 de la noche.