Tirando Guante: A las primeras de cambio se vio la superiodad de Golovkin
Fue la historia de dos ciudades. Por un lado estaba un ponchador con un boxeo depurado y brutalmente elegante, y en el otro lado teníamos un púgil noqueador pero con un estilo burdo y carente de técnica. De esto nos dimos cuenta en las primeras de cambio. Por lo tanto, a nadie debió haberle sorprendido que Gennady Golovkin le diera una repasada al “tira piedras” canadiense David Lemieux.
Alguien tiene que enseñarle al canadiense como boxear. No sé si ya es muy tarde, pero un Freddie Roach o un Nacho Beristain podrían ayudar mucho a Lemieux. El kazajo Golovkin, aparte de ser un noqueador impresionante, utilizó un punzante jab que mantuvo a raya al canadiense y luego poco a poco lo empezó desmoronar a base de ganchos de izquierda y cruzados de derecha que estuvieron machacando el físico de Lemieux hasta que el tercer hombre intervino parando la masacre en el octavo asalto ante las protestas del vencido. El canadiense le hizo la lucha durante todo el combate, pero nunca pudo penetrar la defensa de Golovkin. Lemieux fue criticado por los comentaristas de HBO, que seguido dicen puras tarugadas ajenas al combate, de que el derrotado subió al ring sin un plan definido de como vencer a Golovkin. Todos los planes del mundo jamás hubieran ayudado a un boxeador tan limitado técnicamente como lo está el canadiense.
Ahora hablan de una pelea entre el kazajo y el ganador del combate entre el boricua Miguel Cotto y el mexicano Saúl “Canelo” Alvarez pero la verdad es que ni el Canelo ni Cotto tiene nada que hacer arriba del ring con Golovkin. En primer lugar ninguno de ellos es un peso medio legítimo. Cotto está muy viejo y el Canelo necesita más fogueo. Cuando el mexicano decida subir a peso medio, primero tiene que hacer un par de peleas en las 160 libras para ver cómo se siente antes de aceptar un duelo ante Golovkin.
La prensa se ha volcado sobre el kazajo y le falta adjetivos para seguir alabando al campeón mundial invicto. Sin embargo, el boxeador verdaderamente sorprendente no es Golovkin, pero el nicaragüense Román “Chocolatito” González. El nica enseñó lo grande que es, no despachándose a un rival sin la más mínima técnica como lo hizo Golovkin con Lemieux, pero el Chocolatito superó a un Brian Viloria con mucho talento.
El hawaiano de origen filipino tiene ponch, boxea y es rápido, pero el centroamericano lo hizo ver ordinario noqueándolo en 9 asaltos. Las combinaciones del Chocolatito son extraordinarias, vertiginosas y certeras. Todo mundo esperaba una disputada victoria de González, pero nadie se imaginaba un dominio total del campeón invicto. Viloria es un doble ex campeón mundial que nunca había sido tumbado ni mucho menos noqueado.
Pesando solo 112 libras, el Chocolatito es como esos pequeños motores eléctricos que funcionan a mil revoluciones por segundo. A los 28 años, el nica está en su punto. En su futuro inmediato está el mexicano Juan Francisco “Gallito” Estrada. Esta sería la segunda pelea entre ambos. La primera pelea la ganó Román por decisión apretada.
El nicaragüense y Golovkin han estado peleando en la misma cartelera con mucho éxito. No hay porque separarlos. Metieron más de 20 mil fans al legendario Madison Square Garden. Junto seguirán llenando arenas complaciendo a los fans, quienes siempre gozarán de un box de altura y calidad como el que ofrecen Gennady Golovkin y Román “Chocolatito” González. ¿Y Floyd Mayweather Jr.? ¿Quién?