¿Podrá Puerto Rico sumar otro campeón mundial?

Hoy martes 29 de septiembre de 2015, el puertorriqueño, Carlos Iván Velázquez (19-1-12 nocauts) – derecha-, tendrá la oportunidad de coronarse a nivel mundial cuando enfrente al actual campeón mundial superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo (A.M.B.), el dominicano Javier ‘Abejón’ Fortuna (28-0-1-20 nocauts).

Actualmente Puerto Rico cuenta con cuatro campeones mundiales, donde tres se han coronado en este año 2015, uno que ha rendido buenos frutos. Para muchos, Velázquez es un desconocido. Representó a Puerto Rico en varios torneos aficionado. Su mayor logro fue obtener medalla de oro en los Juegos Centroamericano y del Caribe 2006, de paso venció en semifinales al cubano Yuriorkis Gamboa.

Su carrera en el campo profesional comenzó muy bien, pero tuvo un estancamiento para el año 2010 por diferentes razones. En el 2012 reanuda la misma y a finales del 2013 enfrenta al ex-campeón mundial, el descendiente de puertorriqueños Rico Ramos. Velázquez estaba dominando a Ramos de forma cómoda, en el décimo y último asalto, Ramos logra conectarlo y lo colocó de forma horizontal por toda la cuenta. Para algunos ese ‘golpe’ fue un cabezazo, pero el referí apreció que era un golpe válido y de paso la marca invicta del puertorriqueño de 15 presentaciones había terminado.

Cuatro victorias consecutivas lo han colocado en la ansiada oportunidad titular. Velázquez es espigado para la división, buena rapidez de manos, posee buen jab, gancho de izquierda potente y un buen recto de derecha. Su ofensiva fluye de forma constante y su defensa también es buena.

En su contra, la presión psicológica de que puede ser su única oportunidad titular, pues la misma ha llegado a los 31 años, además sus últimos rivales no han sido nada del otro mundo.

El campeón Fortuna, posee un boxeo alegre, buenos movimientos, es incómodo y pega fuerte. Ha enfrentado buena oposición. En su última pelea venció al costarricense Bryan ‘Tiquito’ Vasquez. Tiene la experiencia de superar situaciones difíciles. Es muy peligroso en los primeros asaltos. En su contra, su rostro tiende a inflamarse con facilidad. Además que su rival lo supera en estatura y alcance.

Será un combate técnico, uno donde el púgil que posea la mejor estámina saldrá victorioso. (Foto: Suministrada)