PARECE UN DEFECTO DE FÁBRICA VIOLAR CONTRATOS

Por Andrés Pascual

Voy a recontar una historia que no se repite desde “el año de la bomba”, que, o no se conoce, o la mantienen archivada en la gaveta cuyo rótulo reza “no abrir, que tiene cucarachas”, entonces no la recuerda la mayoría fanática.

Sandalio Consuegra era un hombre recto, de honradez probada, CUBANO REYOYO, sin embargo, antes escribí que el “affaire Pasquel” trajo como consecuencia que muchos peloteros cubanos estuvieron al borde de perder sus carreras, hoy trataré sobre un escándalo que casi puso en entredicho la decencia del glorioso Potrerillo, por “elegir” a la Liga Mexicana a pesar de que, para lograr el objetivo, tuvo que empeñar su moral ciudadana dos veces.

La vida del villareño y su carrera las hizo de tal modo limpias, que modestia y honradez iban del brazo con franqueza extraordinaria. Como buen guajiro al fin y al cabo, también fue un templo a la ingenuidad, un temperamento a la hora de decidir ¿qué sí o qué no?.

Fue el pitcher Tomás de la Cruz el encargado de proponerle a Consuegra un contrato en México, de 5,000 dólares anuales por 3 campañas y los gastos pagados, para que jugara con el Puebla.

El hombre lo firma, sin embargo, al regresar a jugar en invierno en la Liga Cubana, lo agarra la contracandela, “que si estaba loco, que si no se había dado cuenta de que en poco tiempo podría subir a Grandes Ligas y así…” creando la duda en el individuo, por sí mismo incapaz de sacar out a ese bateador y decide romper relaciones con la Mexicana, sin respetar el compromiso contraido, para responderle a los Havana Cubans, que le ofrecieron otro; además, de mano expresa del presidente del club, Merito Acosta, el pitcher había recibido una regalía de $ 500, cuando reacciona, porque, incluso perdía 2,000 en el abandono del club mexicano, reincide, deja a los Havana Cubans y decide volar a México.

A pesar de todo, el monticulista visitó a Merito para reintegrarle los 500 dólares, pero el hombre no los aceptó, entonces Consuegra se dirigió al Buró de Investigaciones y los entregó.

Aquel año, los Dodgers estaban interesados en firmar a Consuegra y dispusieron una regalía de 5,000 dólares, que el hombre nunca conoció, porque el encargado de informarlo había salido a pescar en el momento menos oportuno, Gilberto Torres.

Como que los Havana Cubans pusieron una denuncia policial contra Consuegra, cuando estaba en el aeropuerto para viajar al país azteca fue detenido y puesto preso, a fin de cuentas, había sido denunciado.

Por orden expresa de la gerencia de los Havana Cubans, la acusación fue retirada y al pitcher lo liberaron del contrato que aceptó después de firmar para jugar en México. Además, había devuelto el dinero.

Como quiera que se vea, la actitud del lanzador fue repudiable, comprensible cuando se conoce que muchos atletas escasean de voluntad para decidir, pero, como una contagiosa, se rodean de los peores consejeros también.

En 1957, Pedro Chávez recibió un bono de 15,000 dólares por firmar con el Cinci, sin embargo, por mediación de Corito Varona, logró que no llegará a la oficina del Comisionado y mantuvo su calificación de amateur, este jugador NO DEVOLVIÓ EL DINERO.

En fecha reciente, los boxeadores Gamboa y Rigondeaux (foto con el cronista cubano Oscar Borrás), violaron contratos o términos y han estado en vilo sus carreras por las medidas que han tomado en su contra.

Son buena gente, “no se meten con nadie”, pero aparenta una enfermedad que, a través del tiempo, de una u otra forma, algunos cubanos de diferentes generaciones, se vieran envueltos en violaciones de compromisos que pusieron en 3 y 2 sus integridades morales.