DEMASIADA SUPERIORIDAD FÍSICA

Por Andrés Pascual

En el boxeo, a pesar de todo, se mantiene la máxima de que “un boxeador bueno, de más estatura y alcance, debe imponerse a otro de igual clase”.

Se vio en la dos últimas peleas del programa de Al Haymon desde Corphus Christi, Texas, que cualquier empeño, por goloso, por valiente, por incisivo que sea, es infructuoso si la máxima se cumple.

¿Que Veneno Rubio (59-8, 51 KO’s) es valiente, que soporta castigo? OK, pero no es suficiente para ganar cuando se enfrenta a un boxeador cuyo arsenal es mayor y su fuerza superior.

Anthony Dirrell (28-1-1, 22 KO’s), que perdió en Abril pasado la faja supermediana del CMB contra Bedou Jack, lució superior en grado sumo a Rubio, cuya pegada no causó ni preocupación en el americano, que ganó todos los rounds 100-92, votación que no fue exagerada ni contaminada

No fue el tipo de pelea en que se cometieron errores que le sirven a la crónica para demostrar cuánto sabe, para criticar el plan preparado por la esquina como errado en esto o en aquello, no, sencillamente, el perdedor no podía y, cuando un pugilista no se puede imponer por inferioridad física, no se puede ganar…NUNCA.

El pleito anterior (FOTO) tuvo una tónica diferente, porque fue más apretado de lo que reflejaron las tarjetas de los oficiales que, otra vez, pareció que uno vio una pelea y los dos restantes otra: 116-111, 117-110 y 115-112.

Tomoki Kameda (31-2, 19 K0’s) peleó la revancha contra el inglés Jamie McDonnell (27-2-1, 12 KO’s), que lo había despojado de la faja bantam AMB, intentando romper la guardia del inglés sin éxito, el cierre de la defensa y la respuesta a los intentos del asiático de parte de McDonnell, fueron suficientes para asegurarle la victoria ligeramente, hubo un knock down, supongo que influyó en los magistrados cegatos para darle más del punto reglamentario al vencedor.

Dos peleas limpias, otra vez Haymon logró noquear al contrario moribundo con otro cartel de envergadura y clase, artística y deportiva.