(Foto: Suministrada)
En la noche del sábado en la ciudad de San Luis Potosí, el campeón mundial pluma Rafael “El Divino” Espinoza volvió a salir al ring para defender su título de la World Boxing Organization (WBO) con éxito, imponiéndose al retador Arnold Khegai. Espinoza mantuvo su invicto y retuvo el cetro mundial en una velada cargada de acción.
Su fortaleza, alcance y ofensiva le permitieron imponer condiciones desde los primeros rounds, todo ello ante un Khegai que supo entrar al combate con valentía, pero que no contó con la contundencia necesaria para arrebatar el título.
Durante la cartelera, el prospecto Emiliano Vargas ofreció otra actuación sólida al sumar una victoria por decisión unánime ante Jonathan Montrel en pelea pautada a diez asaltos en la división de superligero. Vargas mantuvo su invicto y se mostró dominante, con un trabajo de jab, combinaciones al cuerpo y ritmo constante que dejaron claro que apunta alto en esta categoría. Las tarjetas señalaron 99-90, 99-90 y 100-89 a su favor.
En el combate de pesos pesados de la noche, el boxeador Richard Torrez Jr. redondeó una victoria fulminante al detener a Tomas Salek en el primer asalto por TKO. Torrez mostró su poderío, presionando desde el inicio, conectando golpes claros que ocasionaron un corte en el rostro de Salek y obligaron al doctor al detener la pelea en el minuto 2:45 del primer episodio.
Otro de los combates destacados fue el de Lindolfo Delgado, quien obtuvo una victoria controversial al imponerse por decisión dividida al también mexicano Gabriel Gollaz Valenzuela en eliminatoria por el título de la International Boxing Federation (IBF) en la categoría de superligero.
Los jueces marcaron 114-113, 114-113 para Delgado y 113-114 para Gollaz, en una pelea donde el público manifestó dudas sobre el veredicto, ya que Gollaz conectó con solidez y pareció merecer más. Delgado incluso fue derribado en el último asalto, lo que agrandó la percepción de polémica en torno al fallo.
Finalmente, cabe destacar la entrega del retador Arnold Khegai, quien aunque estuvo claramente en desventaja por estatura y alcance ante Espinoza, desplegó carácter y ganas de imponerse. A pesar de los pronósticos adversos, Khegai salió a dejar todo en el ring, aguantando golpes, buscando opciones de contraataque y demostrando que no era un mero invitado.
Su valentía en el cuadrilátero, enfrentando a un hombre mucho más grande y con mayor envergadura, merece reconocimiento aun en la derrota. Espinoza, por su parte, aprovechó su superioridad física y técnica para reafirmar su reinado en casa y dejar claro que seguirá siendo un rival difícil de batir.
