
ARIEL VELÁZQUEZ
Hace no mucho tiempo, las peleas femeninas se disputaban en los primeros turnos de la noche cuando apenas las arenas abrían las puertas a los aficionados. Eran escasos pleitos programados antes de que las luces principales sobre el encordado se encendieran.
Las bolsas económicas rara vez superaban los mil dólares y las cámaras de televisión ni siquiera estaban prendidas. Ese escenario cambió. Hoy, el boxeo femenil celebra funciones exclusivas como la que este año reunió a Katie Taylor y Amanda Serrano en el Madison Square Garden en donde se agotaron las entradas y se alcanzaron cifras históricas de audiencia.
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