(Foto: Suministrada)
Lenier Pero cumplió anoche en Orlando. El peso pesado cubano regresó al ring después de su cirugía de mandíbula de abril pasado, y lo hizo con autoridad, venciendo a Jordan Thompson en una pelea donde administró muy bien los tiempos sin desesperarse y supo castigar con inteligencia en los momentos precisos. Para muchos, esta era la prueba verdadera: ver cómo respondía su mandíbula y su confianza tras aquel proceso quirúrgico que generó tantas dudas.
Jordan Thompson (15-2, 12KO) fue un rival difícil y bastante escurridizo, pero el cubano se adueñó de las mejores acciones y marcó el ritmo de la pelea. Pero sacó ventaja clara con sus conecciones de mano zurda en volados, punzantes y precisos, obligando a Thompson a retroceder durante casi todo el tiempo. En el noveno asalto, llegó el momento más dramático de la noche: Lenier conectó una combinación al rostro que sacudió seriamente al británico y lo puso al borde de irse a la lona. Thompson sobrevivió a puro corazón y suerte, pero quedó expuesto ante la superioridad del cubano.
Esta victoria coloca nuevamente a Lenier Pero en la conversación seria de los mejores proyectos en la categoría máxima. Su equipo ya ha mencionado nombres fuertes que estarían en el menú: Filip Hrgovic, Martin Bakole e incluso Kubrat Pulev para buscar un título regular. Estos figuran como posibles próximos rivales según el ranking de la AMB. Cualquiera de esos choques le daría a Lenier una plataforma directa hacia la élite mundial.
Y ese objetivo es concreto: la historia. Lenier Pero quiere convertirse en el primer campeón mundial pesado cubano del boxeo profesional. Cuba ha dominado los Juegos Olímpicos, los Mundiales y toda la historia amateur de los pesos grandes, pero jamás ha tenido un monarca profesional en la división completa. Lenier lo sabe. Y anoche en Orlando dio un paso sólido y convincente rumbo a ese sueño.
