OSVALDO PRINCIPI
A Freddy Fundora, como a todo buen cubano luchador por el progreso de su familia en el desarraigo norteamericano, le importó algo más trascendente que inculcar a sus hijos la cultura caribeña en el extranjero. Fue más allá del amor por los mambos de Pérez Prado o el “azúcar” de Celia Cruz: se esforzó por transmitirles tres conceptos básicos para triunfar y sobrevivir en este mundo: disciplina, educación y respeto.
Freddy, padre de los campeones mundiales Sebastián -titular mediano junior (CMB)- y Gabriela -campeona unificada del peso mosca-, ambos nacidos en Estados Unidos, habla muy poco y casi no participa de las conferencias promocionales de las peleas de sus hijos. Sin embargo, alguna vez dijo: “Mi mayor acierto en este país fue cambiar de hábitos y de costa.
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