“El Sueño” le ganó la partida a Loma ante el desapruebo de mucha afición.
Por Jaime Estrada vidaboxeo@cox.net
Fotos por Jorge Nájera.
Ya parece que está muy de moda que el cuarto juez (el público) salga de la arena boxística con un sabor amargo de boca porque los tres jueces son los que tienen la última palabra y le dieron el gane a Devin Haney quien dio un gran salto al escuchar el veredicto a su favor y en su turno al micrófono no se escuchaba con claridad sus respuesta por el abucheo de la mayoría de los 14,436 en audiencia y hasta hubo personas que arrojaron objetos al ring pegándole una cerveza a su padre en el rostro y dijo: “Lomachenko es un futuro candidato al salón de la fama y me siento bendecido que ha sido el rival más duro hasta el momento, es una cajita de pandora y fue una gran pelea que los aficionados gozaron”. Durante la refriega se miraba a un Loma más activo por sus ráfagas en lo propuesto pero como dijimos antes donde manda capitán no gobierna marinero y Davin no le quito ningún merito al rival al comentar: “Como dije es un tipo habilidoso y mis respetos, pero es para mí una gran experiencia aunque vamos analizar si seguimos en las 135 libras que ya es costosomuy sacrificado completarlas”. Vasiliy quien en su camerino no pudo detener las lagrimas por la emoción de su tercer derrota comento: “La verdad no quiero comentar nada, toda la gente miro claro lo que paso este noche. Lomanchenko quien se gano el corazón de los aficionados por su increíble juego de pies y su ataque a dos manso dijo: “Al principio pensé que sería muy fuerte, y si es un buen peleador pero para nada en la categoría de los mejores libra por libra del momento.” Pero haciendo a un lado los sentimientos de la decisión si fue una gran pelea que se merece un puesto en las mejores del año cuando muchos pronosticaban que sería una pelea súper aburrida y al menos ante mis ojos fue todo lo contrario.
PS Felicidades a Oscar Valdez el cual se llevo la victoria unánime ante Adam Lopez que fue un contrincante valiente que aguanto todo la refriega hasta la última campanada.