Ismael Laguna, otro grande del boxeo de paga
(Foto cortesía: Archivo / El Siglo)
Prohibido hablar de los mejores del boxeo sin incluir a Ismael Laguna apodado “El Tigre Colonense”, un boxeador versátil poseedor de una técnica exquisita, que le permitía cuando quería intercambiar golpes con quien sea y de estilo fino altamente técnico.
Laguna comenzó su carrera a los 17 años en 1960 como peso gallo, soñando arrebatarle la corona a Eder Joffre, pero nunca se le dio la oportunidad. En peso pluma soñó coronarse campeón, pero tuvo igual suerte, pues nunca logró enfrentarse a Ultiminio Ramos quien regenteaba el título.
Su ansiada deseo se hace realidad en 1965 protagonizando la primera pelea titular en suelo panameño ante el puertorriqueño Carlos Ortíz, otra gema del pugilismo. Tras 15 fogosos asaltos Laguna logra ceñirse la faja del peso ligero en su cintura ante su gente, en el Estadio Juan Demostenes Arosemena.
El gusto le duró poco ya que en la revancha, el boricua recuperó su título. No fue hasta 1970 que volvió a saborear la dulzura de un campeonato cuando noqueó a Mando Ramos en Los Angeles, California (Estados Unidos).
Defendió su nueva correa ante el japonés Itsimatsu Suzuki y tras esto lo perdió con el escocés Ken Buchanan,. Algo interesante es que un joven (Roberto Durán) al ver esto juró que vengaría la derrota de su ídolo cumpliendo su promesa en 1972, pero eso es otra historia.