Round 12 con Mauricio Sulaimán: Reconocimiento a la grandeza del boxeo
Por Mauricio Sulaimán / Hijo de José Sulaimán / Presidente del WBC
Dos grandes del entretenimiento se nos fueron esta semana: Carmen Salinas y Vicente Fernández. Íconos llorados por el pueblo, pero siempre vivirán en el corazón de millones de mexicanos y su legado pasará de generación en generación. Nuestro más sentido pésame para sus familias y para la cultura popular de nuestro país.
Vicente Fernández expresó en más de una ocasión que deseaba morir el día de la Virgen de Guadalupe, y la Virgen Morena se lo cumplió.
Este pasado sábado se cerró un ciclo maravilloso en la división de peso ligero; sin duda alguna, la más atractiva del momento. Con gran satisfacción vemos que el concepto del Consejo Mundial de Boxeo está dando resultados con el campeón franquicia.
Esta innovación surgió para reconocer a esos pocos boxeadores de élite, y propiciar que las grandes peleas se puedan dar.
Este concepto aún tiene detractores; la resistencia al cambio es parte de la naturaleza humana, y las críticas sistemáticas de quienes viven en la amargura se dan sin cesar, cuando hay temas de polémica.
Es evidente que causa confusión, pero los resultados y los hechos son los que cuentan.
El primer monarca franquicia fue Saúl Canelo Álvarez; bajo esa designación capturó el campeonato mundial de la división supermedio, el semicompleto, y en estos últimos 11 meses, sostuvo cuatro peleas para ser el primero en unificar los cinturones del peso supermedio, convirtiéndose así en campeón indiscutido con las coronas WBC, WBO, IBF y WBA. El segundo monarca en recibir esta designación fue Vasyl Lomachenko, bicampeón olímpico, así como en tres divisiones.
La de peso ligero estaba enredada por completo hace unos dos o tres años. Mikey García, quien sostenía el campeonato mundial WBC, pidió permiso para subir de peso; y mientras eso sucedía, el organismo ordenó una serie de peleas eliminatorias, pero algunas de ellas no se dieron, y finalmente, solicitó un campeonato interino entre Devin Haney y Zaur Abdullaev, en el que resultó ganador el primero de ellos.
Mikey decidió dejar vacante el campeonato y seguir peleando por encima de la categoría.
Vasyl Lomachenko, como campeón WBO y WBA, pidió la oportunidad de disputar el vacante de la WBC, un hecho sin precedentes, el cual aceptamos de manera unánime, y así conquistó el verde y oro al vencer a Luke Campbell.
Y se posicionaron en la división: Teófimo López, con la corona IBF; Ryan García se dio a conocer como una gran promesa. Los excampeones: Jorge Linares, Yuriorkis Gamboa y Javier Fortuna se mantuvieron en el mapa, entre otros.
Lomachenko, por medio de su empresa Top Rank, pidió al WBC la designación franquicia, lo cual fue aceptado, y así se apuntaló la máxima unificación de los cuatro cinturones ante López.
Al mismo tiempo, Top Rank solicitó que el ganador de dicha pelea estelar sea considerado franquicia, dando así un cambio al concepto, ajustando la reciente regla creada, que permita que dicha designación se ponga en juego en el cuadrilátero.
Y López venció a Lomachenko. Haney superó a Gamboa, y posteriormente ante Jorge Linares. García conquistó el título interino ante Luke Campbell, el cual abandonó por cuestiones de salud mental. JoJo Díaz hizo lo propio sobre Fortuna, y se proyecta a pelear vs. Haney. George Kambosos, de Australia, sorprendió al derrotar a López, para ser el monarca y la designación franquicia. En tanto, Haney venció a Díaz. Gervonta Davis sobre Pitbull Cruz, y finalmente, Lomachenko al excampeón Richard Commey.
Cerraremos el año el próximo fin de semana, con la pelea de título mundial, entre el monarca Artur Beterbiev contra el retador Marcus Browne, en Canadá. Un día después, el Rey del Youtube, Jake Paul, subirá al ring, lo cual trae millones de aficionados nuevos al deporte.
¿Sabías que…?
Era tal el atractivo que ejercía el Ratón Macías sobre las multitudes, que fueron muchas las ocasiones que el tránsito capitalino quedaba parado alrededor de 20 cuadras, al verlo entrenar en el gimnasio Viejo Jordán, que estaba situado en Arcos de Belén, casi esquina con la entonces avenida conocida como Niño Perdido. Lo mismo sucedía cuando se vendían boletos para sus peleas en la Plaza de Toros México.
Anécdota de hoy
El Ratón Macías fue el más grande ídolo que mi papá tuvo en la vida. Don José planeó su luna de miel para que su paso por la CDMX fuera precisamente mientras se celebraba una pelea de él, en la Plaza México ( a mi mamá siempre le pareció que fue una increíble coincidencia).
El destino llevó a que mi papá tomara el camino del boxeo, y así logró hacerse íntimo y entrañable amigo del Ratón. Desayunaban todos los sábados en Sanborns, viajaron por el mundo y siempre tuvieron una relación como de hermanos. Macías fue conocido por su frase: “Todo se lo debo a mi mánager y a la Virgencita de Guadalupe”. Eventualmente cayó en una dolorosa enfermedad.
Una tarde, mi papá me dijo: “Mijito, voy a ir a ver a Raúl, está muy malito”. Y nos fuimos rumbo al hospital. Mi papá salió muy triste. No pasaron ni tres minutos cuando salió su señora a notificarnos que ya había fallecido. Fue algo inexplicable, pues logró despedirse en vida de su hermano del alma. Don José realizó una serie de llamadas, y al día siguiente, la Basílica se vio abarrotada por miles de personas que dieron el último adiós al Ratón Macías justo ahí, con su Virgencita de Guadalupe.
Agradezco sus comentarios en contact@wbcboxing.com