Muhammad Ali habría cumplido este lunes 80 años. Fallecido a los 74 años por complicaciones de la enfermedad de Parkinson, el ex boxeador se ha convertido en una leyenda por siempre como el más grande de todos los tiempos.
La primera vez que Ali perdió sus títulos mundiales no fue en una derrota en el ring. En 1967, llamado para informar al ejército de los EE. UU. para la guerra de Vietnam, se negó a luchar.
Ali se nego a viajar 10,000 millas para ayudar a asesinar y quemar otra nación pobre solo para continuar con la dominación de los señores blancos sobre los pueblos de color más oscuro en todo el mundo. Es hora de que esos males lleguen a su fin.¨ Exclamo Ali en ese momento.
Ali fue castigado y perdió sus cinturones, se le prohibió estar en el deporte durante tres años y fue sentenciado a cinco años de prisión. Se las arregló para permanecer en libertad bajo fianza y la Corte Suprema de los Estados Unidos revisó y anuló su sentencia a fines de la década de 1970, lo que le permitió regresar al ring.
Ali tuvo un record de 57 victorias, 37 por nocaut y 5 derrotas. Fueron 32 peleas seguidas como profesional hasta que sufrió su primer revés contra Joe Frazier en 1971. El primero de tres títulos mundiales lo ganó a los 22 años, en 1964, con un nocaut técnico sobre Sonny Liston. El segundo, en “Fighting in the Jungle”, enfrentamiento épico contra George Foreman en 1974. El tercer título lo recuperó en una revancha con Leon Spinks, ante quien había perdido el cinturón de la AMB meses antes en 1978.
Ali dio poco descanso entre peleas, manteniendo la rotación alta, y no eligió oponentes pensando en mantener el cinturón más fácilmente. En una época dorada del deporte, se enfrentó tres veces a Joe Frazier, George Foreman, dos veces a Ken Norton, además de Jerry Quarry, Oscar Bonavena, Jimmy Ellis, George Chuvalo y Ron Lyle.
Allí ayudó a popularizar el boxeo, llevando grandes peleas a diferentes continentes. Luchó en países como Zaire, Alemania, Japón , Suiza, Irlanda,Malasia y Filipinas. Fue recibido por miles de fanaticos y logro consolidarse como un ídolo mundial.
Cuando se convirtió al Islam en 1964 usaba su nombre de pila, Cassius Clay con el cual compitió en los Juegos de Roma en 1960 en la división de peso semipesado. A los 18 ganó cuatro peleas con facilidad. En la disputa por el oro, la víctima fue el tres veces campeón de Europa Zbgniew Pietrzykowski, de Polonia.
Treinta y seis años después, cuando Atlanta fue sede del evento, Ali fue elegido para encender el pebetero olímpico en la ceremonia de apertura. Aunque ya estaba bastante debilitado por el mal de Parkinson, el exboxeador cumplió su misión entre aplausos y conmovió al mundo.
Allí admiró y apoyó a líderes del movimiento que luchaba por la igualdad de derechos de los negros en Estados Unidos, como Malcolm X y Martin Luther King. Usó su proyección para denunciar el racismo estructural en la sociedad estadounidense en tiempos de segregación permitida por la ley.
Ali luchaba por un mundo igualitario, sin prejuicios, y entendió que necesitaba ser una figura accesible para todos. A menudo organizaba campamentos de entrenamiento abiertos al público, tenía paciencia para que los fanáticos se tomaran fotos y firmaran autógrafos, asistía a eventos de caridad y rara vez rechazaba una entrevista. Anduvo con un solo guardaespaldas, por si acaso, pero siempre abierto a los acercamientos espontáneos del público.
Allí recibió grandes honores durante su vida. Fue miembro de la clase inaugural del Salón de la Fama del Boxeo en 1990 y recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, uno de los premios civiles más importantes de los Estados Unidos, en 2005, por nombrar algunos. También hizo que se contara la historia en la televisión y en el cine, como en la película de 2014 I Am Ali, en la que Will Smith lo interpretó.
Cuando murió, Ali fue honrado por los nombres más importantes del deporte mundial, incluidos Pelé, Maradona y Lewis Hamilton entre muchos.
Su funeral, en su ciudad natal de Lousville, atrajo a miles de fanáticos. Los ex campeones Mike Tyson y Lennox Lewis y el actor Will Smith, estaban entre los portadores del ataúd de Ali al igual que la presencia del presidente del CMB, Mauricio Sulaimán.