UNA FIERA QUE AFRONTA LAS BATALLAS CON ALEGRÍA
El carismático púgil mexiquense Nery “Pantera” Saguilán, se ha ganado un lugar en el gusto de la exigente afición mexicana, con un boxeo vistoso, alegre, pero a la vez muy efectivo que lo tiene en la antesala de la disputa por el campeonato mundial superpluma del Consejo Mundial de Boxeo.
Nacido hace 26 años en Alborada Jaltenco, Estado de México; sus inicios en el boxeo se dieron debido a su comportamiento inquieto, por lo que sus padres se decidieron llevarlo a practicar un deporte donde encausara todas sus energías, teniendo su primer y agradable encuentro con los guantes de box.
Saguilán se dio cuenta que poseía facultades para la práctica del boxeo y realizó por iniciativa propia sus primeras peleas como aficionado, donde los resultados siguieron alentándolo a seguir entrenando duro para ser cada vez más competitivo, pues de pronto el boxeo se habia convertido en su gran pasión.
“Nunca se me quitó lo inquieto y travieso, según dice mi mamá; pero encontré mi verdadera vocación; he sufrido mucho para llegar a donde estoy, pues mientras llegaba a los primeros planos tuve muchos trabajos, el que más disfruté fue conduciendo un taxi en un sitio cerca de mi casa, pues hice muchos amigos”, relata Nery.
Debutó como profesional a los 19 años con un triunfo, y se mantuvo invicto durante
22 combates donde se consagró campeón Latino del CMB; los triunfos llegaron a raudales, pero también las rivalidades, pues su estilo provoca que muchos oponentes se sientan incómodos y le lancen desafíos que acepta gustoso, pues se caracteriza por poner el pecho a las balas y no sacarle la vuelta a nadie.
En últimos compromisos se ha vuelto célebre por festejar el triunfo bailando sobre el encordado; don que asegura tiene desde niño, pues siempre fue muy bailarín en las fiestas además de poseer un caracter alegre que deja ver cuando al sonar la música tras su triunfo salen a relucir sus mejores pasos e invariablemente hay cerca una edecán para que lo acompañe.
Su gran inspiración son sus hijos Eithan y Naylin, así como el cariño y agradecimiento que siente por sus padres; “Tengo muchas metas por alcanzar en mi vida personal y en mi carrera como boxeador; tengo la mira puesta en lo más alto y sé que puedo conseguirlo, no hay quien me quite lo bailarín ni lo soñador, así que vamos por todo”, culminó con la alegría que le caracteriza.