UNA DECADA DESDE LA MUERTE DEL GRAN ALEXIS ARGUELLO

Hace 10 años, el boxeo nicaragüense recibió un gancho al hígado, paralizante, que estropeó las bilis e hizo temblar el corazón, al conocer la fatídica noticia del fallecimiento del tres veces campeón mundial Alexis Argüello.

Ese 1 de julio de 2009, fue una mañana de sorpresa, que luego cayó en tristeza, porque el más grande ídolo del deporte nicaragüense, había fallecido, a los 57 años de edad. Oficialmente, se dijo que fue suicidio, pero una década más tarde, se sigue cuestionando la forma de la desaparición física del llamado “Flaco Explosivo”.

Pero más allá de los cuestionamientos que se puedan formular alrededor de ese suceso, sin duda alguna la muerte de Alexis Argüello fue un golpe bajo para el deporte pinolero. Argüello fue el primer deportista que puso en el escenario mundial, el nombre de Nicaragua, cuando 23 de noviembre del 1974, noqueó en 13 rounds al entonces campeón mundial mexicano Rubén “El Púas” Olivares, para conquistar el título pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Alexis, el ídolo, la leyenda, ya había peleado por un título mundial ese mismo año, ya que el 16 de febrero enfrentó al panameño Ernesto “Ñato” Marcel, por el mismo título, pero fue vencido por decisión unánime.

Pero los manejadores de Argüello, no se dieron por vencidos por ese resultado, y nuevamente lo colaron en ruta ganadora, con una impresionante seguidilla de victorias, en pocos meses, sobre Enrique García, Art Hafey, Oscar Aparicio y Otoniel Martínez, hasta esa nueva oportunidad con el “Púas” Olivares, que ganó en el legendario Forum de Inglewood, en California.

Ríos de tinta se han empleado para escribir de la vida de Argüello, sus tres títulos mundiales, ganados ante Olivares en pluma, Alfredo “Salsero” Escalera en superpluma (CMB), en enero de 1978, y el tercer cetro ganado ante el inglés Jim Watt, en junio del 1981, cuando ganó el cinturón ligero del CMB.

Alexis intentó ganar una cuarta corona, pero no pudo con Aaron Pryor en 1982, perdiendo una revancha al año siguiente, y el posterior declive que lo obligó a un primer retiro en después de vencer a Billy Costello, en 1986. Argüello hizo un par de peleas más en 1994 y 1995, pero terminó su carrera siendo vencido por el desconocido Scott Walker.

A pesar de ese cierre, el legado de Argüello es espectacular. Según boxrec.com, su palmarés fue de 77 victorias, 8 derrotas y unos impresionantes 62 nocauts. También se habla que fueron 81 victorias, pero todavía no existe un dato oficial de sus éxitos en el profesionalismo.

Alexis ganó tres títulos mundiales en las décadas doradas del boxeo mundial, trascendió fronteras y se convirtió en un peleador imán, muy respetado por su desarrollo intelectual y por sus demostraciones en el cuadrilátero. Fue llamado de varias maneras, como el “Caballero del Ring” y el “Flaco Esplosivo”.

Pero lo más importante, es que nunca perdió el carisma, esa identificación con los aficionados, ese cariño de los fanáticos que siempre mostraron hacia su persona, el respeto a un ídolo deportivo, aún en medio de las crisis por la dependencia de las drogas que lo llevó a la bancarrota.

Argüello murió siendo alcalde de Managua, pero más que una muerte, su ausencia ha hecho crecer la leyenda del más importante y destacado deportista, en la historia de Nicaragua. Hoy, se cumplen 10 años de su partida, pero siempre permanece presente en la memoria de aquellos que nunca perdieron los pasos del ídolo nicaragüense nacido en el populoso barrio de Monseñor Lezcano, el 19 de abril de 1952.