Una apuesta por el rating: Álvarez vs Trout
El desconocimiento del rival llevó al equipo de Rigoberto Álvarez a escoger a Austin Trout como el rival ideal para poder ganar el cinto vacante regular de la AMB; la apuesta se perdió, el peleador desconocido barrió al mexicano. El desconocimiento de las artes del estadounidense, decantaron a Miguel Ángel Cotto a escogerlo para recuperar su campeonato superwelter, después de 12 episodios y mucho daño corporal, el boricua se dio cuenta de que ser amplio favorito sólo fue una apuesta comercial, una apuesta por el rating. ¿Pasará lo mismo con Saúl Álvarez?
El cuidadoso campeón CMB
La promoción comercial ha sido de las más exitosas en los últimos tiempos para un boxeador mexicano, el cuidado de la carrera de Saúl Álvarez ha incluido evadir a rivales oficiales, enfrentar a boxeadores de la misma edad, pero de categorías inferiores, enfrentar a peleadores veteranos y entre ellos, ex campeones del mundo. Todo hacia un mismo fin: crear artificialmente al mejor boxeador azteca del momento.
La pegada descomunal del “Canelo” justifica el interés en este boxeador, que de a poco ha evolucionado de ser un pegador frontal a un rápido ejecutor. Sin embargo, la falta de verdaderos retos ha hecho que las críticas de propios y extraños, haciendo de él uno de los más controvertido púgiles; siempre presente en la prensa, los escándalos sentimentales y judiciales no han faltado en la vida del tapatío.
Así ha pasado de ser la sensación juvenil al boxeador que “retiro” a Carlos Baldomir, del boxeador impreciso que derrotó a Matthew Hatton por el vacante cinto CMB superwelter, al hombre que arrasó con Kermit Cintrón. Saúl aspira a ser el primer hombre que derrote a Floyd Mayweather y por ello montó un berrinche mediático para salirse de la función del 4 de mayo, argumentando que si no se le concedía un enfrentamiento con “Money” en otoño, el no accedería a pelear en la misma función ni con Trout.
La verdad es que tendrá que pelear con Trout este 20 de abril, la verdad es que no puede decidir por cuenta propia (aun como jefe de la compañía Canelo Promotions) el destino de Mayweather. La verdad parece ser que las cuatro fechas consecutivas de Top Rank con peleas de calibre eran un peligro que Óscar de la Hoya tenía que combatir con uno de sus boxeadores más mediáticos y uno de los más seguidos en México.
Arum había montado la pega Ríos-Alvarado el 30 de marzo, para el 6 de abril tuvo la Viloria-Estrada, el 13 Donaire-Ringondeaux y para el 20, reservada al público mexicano, Mijares vs Terrazas. Por ello resulta obvio que Álvarez haya sido obligado a adelantar su pelea con casi 10 días, hacerlo fuera de los reflectores de Las Vegas y con un respaldo muy limitado.
Pero más allá del asunto comercial, sorprende que antes de concentrar cuerpo y mente al 100 por ciento en Austin Trout, Saúl Álvarez ya estaba pensando en una pelea posterior sin saber si continuaría como campeón mundial y como evidente retador de Floyd. El menosprecio mostrado al rival podría costar muy caro, anímicamente y en bonos comerciales.
Álvarez tiene como arma principal su pegada y como golpe favorito su gancho al hígado que hila después de una lenta combinación muy abierta, pero muy poderosa. Si el “Canelo” logra meterse en la posición lateral de Trout y lo conecta, la pelea terminará muy pronto; si, por el contrario busca acorralar a “No Doubt” como lo ha hecho con sus últimos rivales, la pelea se le irá por las tarjetas (amén de la justicia de los jueces).
Como ya se ha comentado, el punto débil de Álvarez está en su estrategia: no tiene capacidad de improvisación y aunque su velocidad ha mejorado enormemente, su defensa sigue siendo precaria. Ese golpe que José Miguel Cotto le conectó el 1 de mayo de 2010 aun sigue pendiente, Trout no tiene gran pegada, pero esa mandíbula me genera dudas, muchas dudas para este 20 de abril.
El desconocido campeón AMB
En varios programas deportivos la constante es la misma, distintos boxeadores reconocen que desconocen quien, cómo y qué ha hecho Austin Trout; un peleador de bajo perfil sobre el cual muchos analistas se han atrevido a señalar que es tremendamente inferior a Saúl Álvarez (tal y como lo decían casi seis meses atrás cuando enfrentó a Miguel Ángel Cotto. Los momios de las apuestas parecen más abultados que aquella vez, de la misma forma contra “No doubt”.
Esa desconfianza en el ambiente contra Trout en vez de ser un indicio de la masacre que se dará cita en el Alamodome de San Antonio, parecen ser las señales de una sorpresa, tal como se anuncio antes del encuentro en el Madison Square Garden. La poca evidencia que existe del trabajo de Trout se centra en su precario ataque y en ello se basó la confianza con la que peleadores como Rigoberto Álvarez, Delvin Rodríguez y Miguel Cotto afrontaron sus compromisos, que terminaron perdiendo.
La verdad que se debe conocer es que Trout no tiene un estilo o un ataque formal, sino que basa su boxeo en la evasión y más que en la evasión (como la de Mayweather, que Cotto logró penetrar en junio de 2012) en el boxeo destructivo. Un boxeo aburrido, tenso, poco vistoso y con una técnica extraña, Trout pelea según sea el oponente, en vez de colocarse en los espacios donde no puedan tocarlo, deja golpear, pero anula las combinaciones de los contrarios; desgasta, cansa y lastima poco a poco para ir ganando puntos.
A pesar de su boxeo poco atractivo pero muy efectivo, Trout ha logrado mantenerse invicto y ha logrado montarse en el campeonato AMB superwelter; al igual que Álvarez, este 20 de abril enfrentará al que será su mejor oponente, una prueba de fuego para su peculiar estilo.
No podemos precisar cuál es la principal arma de Austin, quizás la repetición de su jab, quizás su estrategia de nunca perder el control de la zona de ataque; no obstante, cuanto más logre mantener a la distancia al “Canelo”, cuanto más se mantenga como un blanco móvil, impondrá su estilo destructivo.
El punto débil de Trout se centra en su escaza pegada, jamás deberá meterse al intercambio o la sorpresa nunca se dará.