UN 10 PARA LA CARTELERA DE HAYMON POR NBC
Sin expectativa exagerada ni fanfarria de debutante hambriento, el promotor AL HAYMON presentó Boxeo Premier por la cadena NBC, a mi juicio, el mejor programa que he visto en mucho tiempo, me atrevo y digo que en los 26 años que llevó aquí.
Hay que tener en cuenta que “el consejero” es alguien acostumbrado al negocio en el “showbussines” farandulero, por lo que, la forma como presentó su mercancía, sin los excesos desagradables que inventó Don King y que Arum ha continuado como símbolo del mal gusto de una era que, a Dios gracias, puede considerarse pasado; sin la comparsa acompañante de cada peleador desde que dan el primer paso hacia el ring, bullicio innecesario que demora lo que, para la costa Este, por la diferencia de horario, acerca el final de cada programa a la mañana del día siguiente; sin la cantaleta nacionalista impuesta de himnos y música de los países a que perenecen los peleadores que actuarán, demostraron que este nuevo Zar del Boxeo tiene mucho mejor gusto que sus predecesores, quizás hasta con un toque de “vieja escuela”, de lo que está muy necesitado el boxeo actual.
Y la actividad en el ring no se quedó corta en clase, a fin de cuentas, una cartelera de PPV llevada a la televisión pública.
El primer pleito televisado fue entre John Molina jr (27-6, 22 KO’s) y Adrien Boner (30-1, 22 KO’S), que ganó el ídolo de Cincinnatti por decisión unánime, yo pregunto ¿Acaso no es Maidana una cartilla, ABC obligatorio para enfrentar a Broner?
Pero Molina no es Maidana, de ahí que se mantuviera persiguiendo al ganador durante 12 rounds, sin tirar la mayor parte del tiempo y recibiendo muchísimo; a veces quedándose parado sin orientación, como blanco fijo y el moreno aprovechaba para propinarle los golpes que le hicieron ganador abrumadoramente. A Broner no se le puede dejar respirar, pero tirando, sin activar el cañón no es posible superarlo.
La estelar fue un pleito de primera entre el prometedor Keith Thurman (25-0, 21 KO’s) y el veterano Robert Guerrero (32-3-1, 18 KO’s), que ganó por decisión unánime y amplio margen el fuerte pegador floridano.
La pelea, por la faja welter AMB del ganador, se caracterizó por intercambios violentos, golpes de todo tipo en las tres distancias, al extremo de que Thurman logró tirar una vez a Guerrero, que no se amilanó y, como el bravo peleador que ha sido, continuó en la candela contra quien lo superaba ampliamente en velocidad de pies y manos, no obstante, el zurdo hizo buenos, aunque insuficientes impactos a la cara y la cabeza del ganador.
Guerrero terminó con la ceja izquierda cortada y Thurman con un hematona en el frontal izquierdo, que no afectaron ni pusieron en peligro la continuidad del pleito, a pesar de lo aparatoso de las lesiones.
Si la tónica de los programas de Al Haymon continúa como lo que disfrutamos desde el MGM Grand de Las Vegas anoche, si su objetivo es adecentar el boxeo como show, que no quepan dudas que estamos ante el individuo que, pese a otras consideraciones ajenas al deporte, impresionó como el único profesional dispuesto a respetar al público y eso es una gran noticia para el fanático que considera los excesos de la piña anterior como aspectos decadentes y de mal giusto contra el deporte.